Rectores valoran nuevo fondo público de investigación, pero afirman que no resolverá los problemas permanentes

Uno de los principales problemas que enfrentan las universidades es contar con financiamiento permanente para la Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), el que depende, mayoritariamente, de fondos concursables por proyecto.

En septiembre, el Gobierno anunció la creación del Fondo de Financiamiento Estructural para I+D+i para universidades (FIU), el que fue valorado positivamente por tres rectores, pero, afirmaron que no es suficiente para resolver los problemas para financiar la investigación.

El proyecto de Ley de Presupuesto 2025 propone un total de $ 5.992 millones para el FIU, de los cuales $ 2.084 millones provienen de la Subsecretaría de Ciencia, para la primera etapa, y $ 3.908 millones de la Agencia de Investigación y Desarrollo (ANID), para la segunda.

El FIU busca fomentar la I+D en las universidades acreditadas, garantizar un financiamiento estable para la investigación a largo plazo y con ello, alcanzar la meta de inversión del 1% del PIB en I+D. Contará con $ 700 mil millones a 10 años.

Ya abrió su primera convocatoria en dos líneas: FIU Territorial, para universidades que tengan entre tres y cinco años de acreditación, para fortalecer la investigación local y territorial; y FIU Frontera, para aquellas con más de cinco años de acreditación que ya realizan ciencia de excelencia, para desarrollar proyectos de I+D experimental de alto impacto.

Para la primera etapa se escogerá un mínimo de 20 universidades a las que se adjudicará $ 100 millones a cada para elaborar un plan de investigación a largo plazo, basado en el análisis de sus capacidades y necesidades, el que será ejecutado en una segunda etapa, en la que podrán recibir hasta $ 3 mil millones al año.

Ignacio Sánchez, UC:

“El impacto dependerá de los recursos que se puedan incorporar”

El rector de la Universidad Católica (UC), Ignacio Sánchez, valoró la creación del fondo como un avance, pero señaló que los recursos iniciales son “exiguos” para solucionar los problemas estructurales que enfrentan las universidades, para lo que requiere un sistema de investigación a nivel país.

Dijo que se trata de una propuesta “muy inicial”, y que el impacto futuro del fondo, como el posicionamiento internacional de la investigación nacional, dependerá de la cantidad de recursos que se puedan incorporar.

“Si estos fondos son muy menores y no crecen en el tiempo, se pierde continuidad en el plan para los próximos 10 años, pero si se inyectan recursos al sistema, vamos a tener muy buenos proyectos financiados, las universidades van a poder incorporar un mayor número de investigadores, y a través de eso, se podría generar un impacto internacional”, dijo.

En 2023, la UC recibió $ 32.700 millones, principalmente de fondos concursables del Estado para proyectos de investigación -como el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de la ANID- además de recursos internacionales y estudios clínicos.

Juan Yuz, USM:

“Permitirá paliar los costos basales de investigación”

El rector de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM), Juan Yuz, afirmó que históricamente, los costos basales de investigación académica se financian principalmente con el presupuesto central de cada universidad, como los aranceles de pregrado.

En esa línea, señaló que la mayoría de los fondos públicos para investigación, como aquellos de la ANID, están asociados a la ejecución de proyectos, pero no resuelven las necesidades basales para hacer investigación.

Dijo que, si bien el FIU no solucionará completamente los problemas de recursos para la investigación, “deberá paliar” los costos basales y permitirá “articular iniciativas de más largo plazo que no dependan de proyectos con horizonte de tiempo reducido”.

En 2023, la USM recibió $ 8 mil millones de fuentes externas, la mayor parte de la ANID.

José Antonio Guzmán, Uandes:

“Despertará capacidades, pero los montos iniciales son insuficientes”

Para el rector de la Universidad de Los Andes (Uandes), José Antonio Guzmán, el FIU es un “paso en la dirección correcta”, para identificar brechas y despertar capacidades dentro de las universidades.

No obstante, dijo que “los montos semilla” que se adjudicarán en la primera etapa “no resolverán los problemas financieros de fondo”, y que el desafío será contar con mayores montos en las próximas etapas.

“Nuestro país invierte menos del 0,4% del PIB en I+D, y eso tiene que crecer fuertemente. Y las universidades son un motor para hacer esa actividad”, dijo.

Comentó que la universidad invierte recursos propios para los profesores que hacen investigación, y en 2023 recibió $ 5 mil millones de fondos externos para investigación.