Firma chilena crea innovador semáforo de plástico reciclable y modular
Alyplas, que instaló su primer semáforo en 2019 en la esquina de Lyon con Pocuro, en Providencia, hoy cuenta con 1.300 unidades operativas, principalmente en regiones y a fines de año llegarán a Perú.
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Matías Levy, ingeniero civil industrial, llevaba más de 10 años dedicado a la industria de plástico con su familia, como proveedores de tapas para bebidas. Sin embargo, a raíz de uno de los viajes de trabajo que hicieron a Europa, se dieron cuenta que la materia prima con la que llevaban tanto tiempo trabajando estaba siendo utilizada para un producto innovador: semáforos de plástico.
En 2018 comenzaron a trabajar en el primer semáforo de plástico reciclable hecho en Chile. Con una inversión sobre el millón de dólares y posterior al proceso para validar el producto con la Unidad Operativa de Control de Tránsito -dependiente del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones- logró posicionarse con su primer piloto en 2019, en la esquina de Pocuro con Lyon en la comuna de Providencia.
"Tuvimos el apoyo de aliados estratégicos que poseen harto conocimiento en lo que es señaletica en Chile, Tek Chile y Auter, porque nosotros como plastiqueros sabemos de plástico pero no sabíamos de seguridad vial ni de señaletica. Pero teníamos toda la intención de crear este producto con una serie de ventajas, y queríamos hacer un producto circular", explica Levy.
Livianos, reciclables y modulares
Uno de los temas que movió a la familia a emprender con este producto fue la seguridad vial. Levy detalla que al ser de plástico - policarbonato anti UV - sus semáforos logran ser un 70% más liviano que los semáforos comunes.
Otra característica que destaca Levy, es que son modulares, es decir, están compuestos por un promedio de once piezas (que pueden variar según el semáforo), que pueden montarse y desmontarse con facilidad. Esto permite, que por ejemplo, ante eventos masivos o en caso de protestas en que puedan verse afectados, se retiren y vuelvan a instalarse de forma sencilla, además de agilizar el traslado debido al menor peso que tienen. Además, el plástico evita descargas eléctricas en labores de mantenimiento.
El emprendedor también resalta su foco hacia la sustentabilidad. "Quisimos hacer un producto circular. Lo que ofrecemos a la ciudadanía, es que al momento de cumplir su vida útil, molemos las piezas y las reincorporamos para fabricar nuevos semáforos.
De hecho más del 90% de las piezas son reciclables y el resto son reutilizadas para la fabricación de nuevos semáforos". Agrega que utilizan una tecnología LED de procedencia austríaca que permite ahorrar energía hasta en un 90% comparado a un semáforo tradicional.
Consultado por la posibilidad de utilizar plásticos de otros productos para el semáforo, Levy confiesa que debe utilizar sólo policarbonato, pero que están "tratando de buscar la forma de poder agrupar la mayor cantidad posible de policarbonato", en base a productos como por ejemplo, bidones para dispensadores de agua.
Santiago, el desafío
Actualmente, Alyplas tiene 1300 semáforos instalados en Chile. Levy confiesa que una de sus metas es lograr mayor presencia en la Región Metropolitana, ya que por ahora han logrado vender la mayoría de sus productos en regiones. "Tratar de entrar en Santiago nos ha costado bastante, porque estamos muy acostumbrados a lo antiguo. En cambio en regiones, nos están considerando para cruces nuevos. Estamos en Temuco, Iquique, Peñaflor, La Serena, entre otros".
También esperan llegar a Perú a finales de este año, junto a Teck Chile, que abrió una sucursal en Perú. "Pretendemos acompañarlos en este viaje para empezar a abrirnos camino en Latinoamérica. Creemos que tenemos ventaja porque muchos países miran a Chile como ejemplo de seguridad vial, además del ahorro en traslado para exportar, debido a que son modulares".
Consultado por el precio, Levy afirma que prefiere no comparar, "porque aunque cumplen la misma función son productos muy diferentes". Sin embargo, agrega que no son más caros, ya que quisieron igualar el precio de los tradicionales.