Dimacofi crea área de I+D y lanza proyecto de soluciones tecnológicas para la tercera edad
DLab desarrollará productos y servicios tecnológicos, entre ellos una herramienta para monitorear la salud de adultos mayores.
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Dimacofi está dando un nuevo giro a su negocio. Partió hace más de 90 años importando máquinas de escribir, fotocopiadoras, impresoras, fax, entre otros, hasta incorporar tecnología digital para el trabajo. Hoy, dan un nuevo paso y creó DLab, un área de Investigación y Desarrollo (I+D) que trabaja en una solución para monitorear la salud de adultos mayores.
El gerente general de Dimacofi, Carlos Díaz, señala que esta área es el vehículo con el que tratan de transformar el modelo de negocio de la compañía. “Estará dedicada exclusivamente a la generación de nuevos productos y servicios. Pero, más que nada, al desarrollo de nuevos modelos de negocios que nos ayuden a diversificar nuestro ingreso hacia el futuro”, dice.
Añade que invertirán un 3% de los ingresos anuales en DLab.
Tecnología para la tercera edad
La nueva área -liderada por Rodrigo Flores y en la que trabajan 13 personas- lleva ocho meses operando. Partió desarrollando productos de firma electrónica y gestión documental y creará una herramienta para la tercera edad.
Díaz comenta que decidieron apostar por este nicho, porque la población de la tercera edad está creciendo y por lo mismo se ha transformado en un mercado en permanente desarrollo más allá de las residencias, hospitales o clínicas.
“Detectamos que había un espacio interesante, no solo por el potencial, sino porque nos permitía conectarnos con investigadores y desarrolladores académicos que están súper interesados en este mundo “, afirma el ejecutivo.
Tras abrir una convocatoria para investigadores, seleccionaron a Carla Tramasco, experta en informática en salud y parte del comité ejecutivo del Centro Nacional en Sistemas de Información de la Salud, con quien están están desarrollando el proyecto eHomeSeniors.
La iniciativa, actualmente en etapa piloto, es un sistema de sensores del porte de una moneda, que se instala en casas de reposo y en hogares de adultos mayores que viven solos. El objetivo es comparar indicadores que representan un buen estado de salud -basados en gemelos digitales- con la actividad del adulto mayor que habita el lugar, con el fin de monitorear un patrón de comportamiento y detectar alteraciones.
La herramienta también incluye cámaras estereoscópicas que miden las pulsaciones de las personas al mismo tiempo que se les filma. Respecto a esto último, señala que están estudiando un modelo de privacidad para “no pasar a llevar” al adulto mayor.
A fin de año planean salir al mercado con la producción de sensores a gran escala. “Generalmente importamos todo, pero hoy estamos construyendo tecnología desde Chile y colaborando con el mundo académico”, dice Díaz.
Además proyectan abrir nuevos concursos para captar más ideas del mundo académico para generar soluciones con tecnologías.