El caligus -o mejor conocido como piojo de mar- representa una constante amenaza para la industria salmonera nacional, un mercado estratégico para el país. Solo en 2022 se exportaron 751 mil toneladas de salmón y trucha por US$ 6.606 millones.
El parásito afecta a los salmones en cultivo generándoles heridas en la piel, estrés, disminución del apetito y mayor vulnerabilidad para adquirir infecciones secundarias.
Por ese motivo la empresa biotecnológica chilena, AcuaNativa, desarrolló un bioproducto en base a extractos de plantas, una herramienta preventiva y biodegradable para controlar la población de larvas en los cultivos.
Paula Miranda, una de las fundadoras de AcuaNativa, señala que el caligus representa pérdidas por US$ 400 millones anuales para la industria acuícola.
“No hay solución para la población de larvas en el agua, pero disminuimos la probabilidad de infestación de los peces una vez que no tienen parásitos”, dice.
Partieron trabajando en la innovación en 2017 y a fines del año pasado iniciaron la venta de L-End, un aditivo que se aplica al alimento de estos peces. El producto, genera una barrera en la piel de los salmones, que al ser consumida por los piojos de mar, produce en estos últimos, disrupciones en su desarrollo, lo que se traduce en una baja en su capacidad para infestar a los peces y en un mayor bienestar para los salmones sin utilizar químicos.
A la fecha, dos compañías productoras de salmón están utilizando el desarrollo de AcuaNativa, las que, según Miranda, han logrado reducir el uso de químicos en 50% y en aproximadamente un 90% la cantidad de larvas en el agua donde operan.
Miranda señala que también han podido disminuir la cantidad de baños químicos en las zonas cultivo, en promedio, de 3,5 a 1,4 semestralmente.
Proyecciones
Miranda señala que la patente de L-End está siendo tramitada actualmente y no descarta llevar su producto al extranjero, pero este año la prioridad es consolidar su operación en Chile.
Adelanta que durante 2023 buscan abordar al menos cuatro centros de cultivo de las compañías más relevantes del país y entrar con fuerza en Magallanes, una zona con alta presencia de áreas de conservación lo que obliga a trabajar con productos libres de químicos, un ítem que L-End cumple, dice Miranda.
En paralelo, comenta que AcuaNativa tiene dos nuevos desarrollos en carpeta en alianza con la Corfo.
Respecto de las ventas, Miranda señala que proyectan comercializar en promedio unos 5 mil kilos mensuales durante este ejercicio.
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