DF Lab Opinión/ Un potencial clave olvidado

¿Sabías que la equidad de género podría aumentar el PIB de América Latina en un 34%? ¿Impresionante verdad? Sin embargo, en Chile, aún estamos lejos de aprovechar ese potencial.  La innovación no tiene género, pero las barreras sí. A pesar de los avances, las mujeres enfrentan desafíos que frenan su participación en áreas clave como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM), fundamentales para el desarrollo sostenible.

Es alarmante que, según el informe de Mujeres en Tecnología LATAM 2023, sólo el 18% de los trabajadores TI en Chile sean mujeres, pese a la alta demanda en este sector. Este dato no es casualidad: es el resultado de una cadena de factores que comienza en la infancia con frases como “esto es para niñas y esto para niños” y sigue en la adolescencia con comentarios como “esto es muy difícil para una mujer”.  Romper estas barreras requiere un cambio cultural profundo que debe comenzar en la educación temprana.

La participación femenina en carreras STEM en Chile es de solo 30,2%. Y aunque significa un avance, estamos lejos del 50% que exige la ONU para 2030.  Y lamentablemente las cifras no terminan ahí. Chile ocupa el penúltimo lugar entre los países de la OCDE con mujeres graduadas de una carrera de estas áreas, lo que evidencia la magnitud del desafío.

Lo más sorprendente es el impacto potencial de cerrar esta brecha. Según ONU Mujeres, alcanzar la equidad de género podría incrementar el PIB mundial en un 26% y el de América Latina en un 34%. Apoyar a mujeres en STEM no solo equilibra oportunidades; diversifica talento y potencia la innovación. Y hoy es clave para el desarrollo de nuestro país. Casos como el de Barbarita Lara son un recordatorio del impacto que puede tener el liderazgo femenino en la innovación. Ingeniera chilena y creadora del Sistema de Información de Emergencia (SIE), Barbarita desarrolló una tecnología que permite transmitir mensajes críticos sin Internet, diseñada para salvar vidas en situaciones de desastre. Su historia no sólo inspira, sino que evidencia la importancia de visibilizar referentes femeninos para motivar a más mujeres a ingresar y liderar en áreas clave como la tecnología y las ciencias.

Chile no puede permitirse desperdiciar el talento de la mitad de su población. Impulsar la participación femenina en STEM y en roles de liderazgo es una estrategia clave para garantizar el desarrollo sostenible y la competitividad global. Casos como el de Barbarita Lara demuestran el impacto transformador del liderazgo femenino. Ahora, el desafío está en acelerar este cambio.