Estudio revela las razones que llevaron a las zonas rurales a volcarse por el Rechazo en el plebiscito

Mientras aún no se termina de zanjar cómo y cuándo continuará el nuevo proceso constituyente, todavía siguen surgiendo análisis acerca de los resultados del plebiscito del 4 de septiembre, donde el Rechazo se impuso por un 62%. Y, en este contexto, a diferencia del referéndum de entrada en que las zonas rurales del país se inclinaron mayoritariamente por el Apruebo, en el de salida el escenario fue totalmente diferente, según lo consigna un estudio del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp).

El estudio, que se centró en la medición del plebiscitos de entrada y salida, y en la segunda vuelta presidencial señala que a pesar de que el voto rural se hizo presente con más de 40% en el plebiscito de entrada y las presidenciales; en segunda vuelta, se evidencia un considerable aumento de la participación en zonas rurales como efecto del voto obligatorio (86%). Igual escenario que se produce en el resto del país donde también aumenta.

La participación en las zonas rurales en los tres hitos estudiados tiende a ser más baja que en el resto del país y aquellas con más participación rural se concentran en la zona central (O’Higgins, Maule, Metropolitana y Valparaíso); mientras que las regiones con menores niveles de participación se sitúan en los extremos norte y sur (Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Los Lagos, Aysén y Magallanes), exceptuando el reciente plebiscito de salida en el que las regiones del extremo sur aumentaron su participación considerablemente, señala el documento.

En cuanto a los resultados del plebiscito, el estudio revela que mientras en el plebiscito de entrada, las comunas rurales mostraron una clara preferencia por la opción Apruebo con un 75% de votos, en la segunda vuelta presidencial, la distribución de votos en comunas rurales por candidatura da cuenta de que un 49% se inclinó por el actual presidente Gabriel Boric y un 51% por su adversario José Antonio Kast.

Por otro lado y en contraste con lo sucedido en el plebiscito de entrada, en el de salida los números indican una clara opción por el Rechazo (70%) de la propuesta constitucional, frente a un escaso 30% que estuvo por el Apruebo.

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“Desconexión con el mundo rural”

Ante estas revelaciones, las conclusiones del estudio apuntan a que en términos de participación juega un rol significativo la obligatoriedad del voto que dio cabida a una participación nunca antes vista en las zonas rurales.

El estudio complementa esa lectura concluyendo que en todas las regiones del país “se observaba una sensación de desconexión del mundo rural con el proceso constituyente. Esta distancia no se logró salvar nunca en los meses que duró el proceso, lo cual puede explicar en gran medida el rechazo a la propuesta constitucional”.

Siguiendo con esta argumentación, en el estudio se explica que en el mundo rural existe una percepción de que el proceso fue cooptado por el centralismo político-administrativo del país.

Y también se advierte el efecto de que debate se haya focalizado en tradiciones asociadas al Chile Central (rodeo, temas con la bandera y símbolos patrios, etc.), lo que se complementa con una sensación de abandono en las regiones extremas. Así, “una menor participación de los extremos puede estar relacionada con una abstención de castigo o desconexión con el proceso”.

En este contexto, del estudio se desprende que las distancias más grandes entre la votación del Apruebo y el Rechazo se muestran más consistentes “en las regiones del extremo norte, donde el conflicto migratorio es fuerte; en el Chile Central, donde hay una distancia marcada entre un Chile “tradicional” versus una lectura más progresista del Chile contemporáneo que apunta a la disputa de tradiciones que son fuertes en la cultura rural de esta zona (rodeo y símbolos patrios); y en el sur, donde hay tensiones permanentes por la relación y el manejo del conflicto con el pueblo mapuche, sobre todo en los territorios rurales”.