Consejera Paloma Zúñiga (RD): "La palabra calidad es el avance necesario que se podría incorporar en una constitución moderna"
La representante de la región del Biobío enfatiza que la subsidiariedad fracasó, pero cree que el anteproyecto dejó estipulado el rol del Estado de forma correcta, siendo un modelo transitorio hacia un Estado de bienestar.
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Paloma Zúñiga tiene la situación clarísima hace años. Desde que se abrió la discusión constitucional en 2016 con la expresidenta Michelle Bachelet, la arquitecta de 32 años ha luchado para que este cambio ocurra.
Lo describe como una motivación profunda y de larga data, y gracias a Revolución Democrática (RD) pudo participar de este proceso constitucional, siendo una de los 50 consejeros encargados de redactar este nuevo proyecto.
La representante de la región del Biobío llega a la mesa de conversación dispuesta a conversar con todos los representantes políticos, y su gran objetivo es lograr redactar una Constitución que sea “bastante transversal”, logrando representar a la gran mayoría de la población chilena.
"La discusión de pensiones no ha apuntado a la emoción y a la realidad que es envejecer en Chile, tenemos que pensar en un sistema de pensiones mucho más robusto y que realmente nos permita cuidar y proteger a quienes construyen o construyeron el país".
- ¿Cómo han sido los primeros días de trabajo en el consejo? ¿Ha primado el diálogo en la mesa de conversación?
- El proceso de instalación terminó ayer, entonces no hemos tenido la posibilidad de debatir algún contenido para poder decir mira, hay capacidad de diálogo o no. Lo que sí hay son promesas de diálogo.
- ¿Cómo ve estas promesas?
- Hay cierta incertidumbre. Es primera vez que vamos a ver a una derecha más rígida dialogar con la izquierda. Hemos visto a Chile Vamos llegar a acuerdos con la izquierda, de hecho el anteproyecto es básicamente un acuerdo entre Chile Vamos y Unidad para Chile, un acuerdo que dejó a esas fuerzas bastante satisfechas en los términos generales, pero no hemos visto la capacidad de Republicanos de ceder, por ejemplo. Ahí hay una suerte de enigma y espero que este sea positivo para lograr escribir un texto bastante transversal.
- ¿Usted está dispuesta a ceder en ciertos puntos o convicciones para llegar a acuerdos con Chile Seguro y Republicanos?
- Nosotros el 4 de septiembre cedimos en hartas cosas solamente con el resultado de la elección. Nuestro primer espacio en el que entregamos cosas fue en el acuerdo por Chile, y Chile Vamos también cedió. Ese momento refleja precisamente la capacidad de ceder de ambos sectores, pero todavía está el enigma de esta derecha rígida. Vamos a ver qué es lo que quieren incorporar dentro de este proceso, si van a ser temas principalmente morales o constitucionales. Yo tenía la impresión de que iban a ser temas morales, pero por otra parte, las conversaciones que hemos tenido han demostrado lo contrario. Por ejemplo, el tema de derechos reproductivos no se va a abordar en este proceso y es como un acuerdo no hablado entre ambas fuerzas políticas, siendo un tema moral. Esto también es parte de la incertidumbre, que se va a ir solucionando a raíz de las conversaciones en las distintas comisiones.
- ¿Qué le pareció el trabajo presentado por la Comisión Experta?
- Me parece que es un acuerdo transversal. Hay cosas que me gustan y otras que no, pero creo que hay que mantener ese sentimiento de mira, me gusta, no es perfecto, pero está bien, es mejor. Entonces, si logramos mantener ese sentimiento hasta el texto final, yo creo que va a ser un trabajo exitoso en este proceso. Me parece que el anteproyecto cumple con las expectativas de ambas fuerzas políticas.
- ¿Qué aspectos del anteproyecto le gustaría reforzar?
- A mí me faltó la palabra calidad. La vivienda particular quedó definida como una vivienda adecuada, que es la palabra técnica e internacional que se reconoce cuando definimos el derecho a la vivienda. Pero yo insisto que en los textos no se tiene que hablar solamente al legislador, sino también a quien está a cargo de entregar ese derecho, ya que reduce la capacidad interpretativa al antojo del momento. Entonces la palabra calidad, no solo en vivienda, en educación, en sistema de pensiones, en el sistema de salud, es el avance necesario que se podría incorporar en una constitución moderna.
- ¿Cuáles son los cambios fundamentales que espera ver en esta nueva Constitución?
- Tenemos un adelanto que es el Estado social y democrático de derecho, que creo que es un cambio fundamental y uno necesario en el país. Ya hemos comprobado que el modelo de subsidiariedad fracasó, ya que si no fuera así, no estaríamos escribiendo una Constitución y estaríamos todos felices de la mano. El Estado no responde y es precisamente por el principio de subsidiariedad. Estamos en un momento donde Chile necesita un cambio de tipo Estado, que apunte a mejorar la calidad de vida de las personas, pero real.
- En el anteproyecto presentado por los comisionados se estipula el Estado social y democrático de derecho, dejando implícita la subsidiariedad. ¿Cree que fue la forma correcta de abarcar el rol del Estado?
- Lo que hace el Estado social ahora es poner en igualdad de condiciones al Estado y al privado para poder entregar derechos, y eso me parece positivo porque hoy día evidentemente no es así. Como quedó estipulado es la forma transitoria de avanzar hacia un Estado de bienestar, nosotros debemos apuntar a eso.
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"Hay un problema grave en el sistema de pensiones"
- Respecto a la materia de seguridad social, ¿qué esperan cambiar como coalición en este ámbito? ¿A dónde apuntan llegar?
- Nosotros hemos sido súper consecuentes con la idea de una educación pública que sea de alto estándar. Revolución Democrática ha defendido este principio desde el día uno. También hay un problema grave en el sistema de pensiones porque no se está abordando desde donde yo creo que se debería abordar. El centro de la discusión son nuestros abuelos y abuelas, nuestros adultos mayores, pero pareciera que a nadie le importa. Todo el mundo está hablando del sistema, quién lo paga, cómo se financia, cuánto es la inversión, etc. Todavía es una discusión muy abstracta, cuando en realidad el problema es súper concreto y tiene que ver con personas, con una población vulnerable, tiene que ver con el futuro. La discusión no ha apuntado a la emoción y a la realidad que es envejecer en Chile, tenemos que pensar en un sistema de pensiones mucho más robusto y que realmente nos permita cuidar y proteger a quienes construyen o construyeron el país.
- ¿Cómo sería esta forma más robusta?
- Primero tenemos que entenderlo como un derecho y no como un negocio. Debemos entregarle al Congreso el desafío de buscar cómo financiamos esto, nosotros ya entendemos qué es lo que se financia, es la calidad de vida de nuestros adultos mayores, el Congreso tiene el desafío de buscar el cómo.
- En esta búsqueda, ¿debe haber un espacio para los privados?
- El sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas es estatal, que es carísimo. Mi papá es jubilado de las Fuerzas Armadas y tiene una pensión que cualquier chileno debería tener, tiene una calidad de vida que todo adulto mayor en Chile debería. Nuestro referente es un sistema de pensiones privado, y la verdad es que es bastante malo. No tengo un buen referente de privados entregando pensiones hoy día en Chile. A raíz de que tenemos estos dos referentes y que estamos en un momento donde tenemos que tener esta discusión, si tú me preguntas a mí, me gustaría mirar mucho más en detalle el referente que funciona versus un referente que evidentemente fracasó y que tiene al adulto mayor viviendo en la pobreza.
- ¿Pero debe haber una mezcla de ambos sistemas, o cree que hay que cerrarle la puerta a los privados?
- No sé si cerrarle la puerta, porque no creo en eso tampoco, no tiene que ser tan radical. Hay que entender el contexto, este es un tema serio, un tema importante que afecta mucho a las personas. Yo creo que se puede avanzar en un sistema mixto, es lo primero que se tiene que hacer. Creo que es evidente que esa es la fórmula inicial y transitoria, hasta pensar en un sistema de pensiones que sea solidario, donde todos podamos participar de eso, donde quienes pagan más aporten más.
- Usted va a ser parte de la Comisión de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales. ¿Qué espera aportar en ella?
- Hay muchos temas. Yo trabajé en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y era precisamente esa funcionaria que representaba al Estado en un territorio para hacerse cargo de la entrega de la vivienda definitiva, un derecho que el 40% de los chilenos no tiene. Esta experiencia me hizo ver algo que no funciona. Es muy importante que avancemos en materia de derecho de vivienda, eso me parece fundamental y en cómo entregamos este derecho. Además, quiero poder trabajar en profundidad temas de educación y medio ambiente, que son temas contemporáneos.
- En el ámbito medio ambiental, ¿qué se debe considerar en el proceso?
- Hay que entender el rol del estado, de las instituciones, de la sociedad y del individuo con la naturaleza. Este rol debe ser de cuidado y protección con el medio ambiente. Nosotros necesitamos el medio ambiente para sobrevivir, y si no somos capaces de entender esto, estamos perdidos. También me gustaría que se entendiera como algo que se tiene que enseñar. Así como es obvio que tenemos que aprender matemáticas, es obvio que tenemos que aprender de nuestra flora, nuestra fauna, porque si tú no lo entiendes, es difícil generar esa pertenencia y ese cuidado.
- ¿Cómo espera abordar el derecho al agua en el consejo?
- Es importante entender que el agua es de todas y todos, esa debe ser la base. Lo que pasa es que de cierta forma el Estado no se encarga de que el agua llegue a las personas, no hay una responsabilidad tan concreta. Tenemos que avanzar hacia esa responsabilidad y asegurarnos que todas las personas tengan acceso al agua.
- ¿Qué espera que ocurra el día 17 de diciembre? ¿Cree que como consejo logren redactar una nueva Constitución exitosa?
- Eso sería ideal, para terminar la discusión constitucional. A diferencia del proceso pasado y entendiendo los errores que se cometieron, yo esta vez no me voy a abanderar con un resultado final, voy a ser muy prudente. Al menos nosotros como sector estamos muy tranquilos. Lo importante de este proceso es que haya cambios. La ciudadanía demandó una nueva Constitución y necesita una nueva Constitución. Hay una necesidad de cambio, hay que escuchar esa necesidad y si no nos hacemos cargo obviamente va a ser rechazada esta propuesta, con justa razón.
- ¿Cree que el anteproyecto representa esta necesidad de cambio?
- Totalmente porque es habilitante. El Chile de hace 50 años atrás no es el mismo Chile de hoy. Eso es obvio, no es un invento político, es una realidad. Este anteproyecto permite que haya discusión, no te cierra la puerta como la Constitución del 80.
- Si se llega a rechazar el proyecto, ¿ustedes como sector les gustaría vivir otro proceso?
Más que lo que nos guste, la realidad pragmática, yo creo, es que eso no va a pasar. No va a haber un tercer proceso constitucional o un cuarto, incluyendo el de Bachelet. Sería bastante triste. Eso sí, la Constitución es súper importante, es fundamental, pero hay mucho trabajo que hacer por Chile en otras materias, tenemos que seguir trabajando, no nos podemos quedar pegados.