Natalia González: "Estamos llamados a colaborar para que el texto sea aprobado"
La abogada que representó al gremialismo en la Comisión Experta, está convencida de que el texto que elaboró la instancia es adecuado y no rupturista con la historia constitucional de Chile.
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Esta semana comienza una etapa distinta para los integrantes de la Comisión Experta, que se integrarán sólo con derecho a voz al Consejo Constitucional. En este contexto, Natalia González tiene la convicción de que los consejeros, todos, están dispuestos a no repetir el error de la Convención Constitucional y que se perfeccionará el documento que elaboró la comisión.
Y respecto del trabajo de su sector señala que “si las normas vienen de centroderecha o derecha, pero están bien fundadas en la evidencia, tienen un relato de tradición constitucional, tienen una explicación de un mejor diseño constitucional y, por qué no decirlo, a lo mejor muchas de ellas van a contar con un respaldo ciudadano importante, bueno, creo que tenemos que ser tolerantes a que eso pueda ocurrir y si es así, en buena hora; y, ojalá, ocurra con el mayor consenso interno posible”.
“Nos tenemos que poner a disposición de los consejeros en general, no solo de los consejeros de sensibilidad parecida a la de uno”.
-¿Qué la dejó más satisfecha del trabajo de la Comisión Experta?
-Ahí hay que distinguir dos planos, el de las formas y el del contenido. Y yo tengo una muy buena impresión de cómo fuimos construyendo la forma de trabajar, sobre todo en la subcomisión de Sistema Político, que me tocó integrar. Lo primero fue ver si teníamos puntos de acuerdo en las deficiencias en la institucionalidad actual del sistema político y eso fue muy sencillo, porque todos confluimos en el problema de la gobernabilidad, de la fragmentación en el Congreso, en la falta de agilidad del Estado para resolver los problemas de las personas… a partir de ahí comenzamos a diseñar las distintas herramientas.
-¿Y a nivel de contenidos?
-En los temas que me tocó trabajar más en detalle en esa subcomisión, la vedad es que quedé bastante conforme con lo que nosotros logramos hacer, desde el punto de vista de que logramos establecer herramientas que pensamos pueden hacerse cargo, en buena parte de ese diagnóstico que tenemos de falta de gobernabilidad y fragmentación en el Congreso. Y me parece que, en general, los capítulos de Poder Ejecutivo, de Gobierno, de Congreso. Y voy a incluir también el capítulo de participación política y representación, porque me parece importante lo que hicimos de relevar a nivel Constitucional las normas más esenciales de los partidos políticos, sin perjuicio de cuestiones discutibles que pueda haber ahí, me parece que esos capítulos tiene una buena mezcla de tradición y de cambio. Y los cambios orientados justamente a hacerse cargo de los problemas.
-¿Cómo qué problemas?
-Por ejemplo de ineficacias o ineficiencias legislativas, por la vía de tratar de mejorar el sistema de urgencias, creando una agenda legislativas prioritaria, dotando al Congreso de más herramientas para enfrentar proyectos complejos que discute con el Ejecutivo, como el presupuestas y las reformas tributarias …
-¿Eso con la creación de la Oficina Parlamentaria?
-Sí, claro, y en todas esas cosas tuvimos muy rápido consenso en el diagnóstico y en las herramientas. Todos, además, coincidimos en que era importante fortalecer y no debilitar la iniciativa exclusiva del Presidente de la República; y, por eso es que el catálogo de materias de iniciativa exclusiva se mantienen prácticamente igual; pero además creamos ciertas herramientas para evitar su vulneración.
-¿Cómo así?
-Por ejemplo, se elevó el quórum a 4/7 para revertir una decisión de la mesa que haya declarado admisible un proyecto y, al mismo tiempo, creamos un fast track constitucional de revisión de la Corte Constitucional que es que cuando haya una materia que es de iniciativa exclusiva del Presidente de la República se puede ir a la Corte Constitucional y este se pronuncia sobre si hay un hecho manifiesto de infracción a la iniciativa exclusiva. Esas dos herramientas permiten mitigar los problemas que hemos tenido en los últimos años en que el Parlamento ha pasado a llevar la iniciativa exclusiva del Presidente.
“Se tiene que estudiar el anteproyecto y hacer todas las enmiendas necesarias”
-En términos generales, ¿le parece que el anteproyecto es adecuado en el contexto de que el Consejo General debe tomar ahora la posta?
-Me parece que el texto que entregamos es adecuado y no es rupturista con nuestra historia constitucional. De hecho, toma muchos pasajes de la Constitución vigente e ideas que están en constituciones anteriores en nuestro país; pero a su vez introduce una serie de innovaciones. Más allá de las que comenté sobre el Congreso. En el capítulo de Poder Ejecutivo hay cosas que, a lo mejor pasan desapercibidas, pero que son relevantes para modernizar la función pública, como el mandato constitucional a que haya un solo estatuto de contratación para los funcionarios públicos. También me parece interesante lo que se hizo a nivel de Poder Judicial, lo mismo que en los órganos autónomos.
-¿Preferiría que no se cambiara mucho el anteproyecto?
-Creo que hay harta innovación que es respetuosa de nuestra tradición en el anteproyecto y el Consejo Constitucional tiene que estudiarlo muy bien y hacer todas las enmiendas que estime necesarias para llevarlo a un nivel mayor, tanto político como jurídicamente hablando, en aquellas materias que haya que completar o llenar vacíos que quedaron y quedaron vacíos en varios temas.
-¿Cómo cuáles?
-Más de lo que se sabe sobre el tema de la libertad de elección en salud, el tema de ser más explícitos con la propiedad de los fondos de pensiones… Pienso que el consejo tiene una oportunidad única de revisar más profundamente el sistema electoral, nosotros no tuvimos acuerdo para modificar el sistema electoral proporcional. También hay oportunidad de revisar cómo quedaron las atribuciones y facultades de algunos órganos autónomos, como la posibilidad de que pueda haber algún tipo de control preventivo sustantivo sobre los proyectos de ley que se tramitan en el Congreso. También el consejo puede revisar, poner a disposición del contralor un Consejo Técnico Asesor. Sin perjuicio, de que el consejo puede no compartir ciertos diagnósticos que nosotros tuvimos y si no los comparte podría reevaluar algunas normas que están en la propuesta.
-En resumen…
-Por lo menos, desde lo que yo percibo, luego de haber concluido el trabajo, creo que hay cuestiones que, más allá de una propuesta que a uno le pueda parecer satisfactoria, podría ser mejorada con una propuesta que sea muy robusta para nuestra institucionalidad, desde el punto de vista político y jurídico.
-¿Siente que la propuesta que ustedes entregaron puede generar mayor consenso?, se lo pregunto por la propuesta que hizo un grupo de diputados socialistas de que se adelantara el plebiscito y se incluyera una pregunta sobre justamente si se prefiere el anteproyecto.
-Soy crítica de esa idea, porque creo que como sociedad llegamos a un acuerdo que se plasmó en una reforma constitucional y que contemplaba un proceso que, desde mi punto de vista, es virtuoso porque tiene etapas de revisión lo que sólo enriquece y suma. No me seduce para nada la idea de reformas constitucionales que intenten volver a una sola etapa y creo que es empobrece la deliberación y no la enriquecen. Y, luego, el tema de que estamos viviendo bajo un Estado de derecho y los parlamentarios son los primeros llamados a respetar las reglas. Me parece inadecuado, inoportuno, pero además irrespetuoso con la voluntad popular.
-¿Por qué?
-Porque no sé si ese proyecto se hubiera promovido de igual manera si la elección del consejo electo hubiera resultado diferente. Entonces, creo que uno no puede ser de aquellas personas que les gusta la democracia cuando la democracia les favorece y que no le gusta cuando la democracia les resulta adversa. Pienso que uno no puede pretender una democracia a la carta y tiene que ser respetuoso dela voluntad popular. Sobre todo que por lo menos las señales hasta ahora son que los consejeros que asumieron, tanto de republicanos como de Chile Vamos y sensibilidades oficialistas han mostrado todos que sobre ellos pesa un sentido del deber y de responsabilidad muy importante. Y más allá de que puedan hacer valer sus legítimas mayorías, hay un ánimo en este consejo electo, por lo menos en lo que va del camino, de buscar puntos de encuentro. Entonces, me parece que tratar de echar abajo esa arquitectura institucional con miras a que se apruebe el proyecto, que era un anteproyecto para una primera etapa, no es sólo una mala idea, sino que es irrespetuosa con el Estado de derecho y con la voluntad de la ciudadanía.
“Están todos disponibles a ser receptores de buenas ideas”
-A propósito de como se ha sabido que quedaron las presidencias de las comisiones, ¿le parece que está bien que se hayan impuesto las mayorías de la derecha?
-Por la forma como quedó compuesto el consejo era esperable, razonable, que tanto la centroderecha como el Partido Republicano ocuparan las presidencias de las comisiones, como también la presidencia del consejo. Y esto no tiene que ver, creo yo, con falta de generosidad o con un ánimo de llevarse la pelota para la casa, sino simplemente de hacer ejercicio de un derecho que les da el haber obtenido una mayoría robusta y sustantiva. Y eso, para mí, no es la antesala ni constituye un prejuzgamientos de cómo los consejeros, ya sea del Partido Republicano o de centroderecha, se van a parar en la discusión de fondo.
-¿Cree que la postura de la derecha va a ser más abierta en la discusión de fondo?
-Más que más abiertos o más cerrados, creo que están todos disponibles a ser receptores de buenas ideas y en la medida que esas buenas ideas encuentren una buena forma de plasmarse y encuentren un punto en común entre las distintas sensibilidades políticas, veo que esa disposición hoy día existe y está. Creo que tenemos que ir evaluando el mérito de los cambios que va a hacer el consejo al anteproyecto en virtud de la calidad de esas normas y no ponernos una anteojera anticipada de pensar que si es que emanan de la derecha o del Partido republicano y son sólo apoyadas por ellos, vamos caminando hacia una constitución partisana. Porque yo creo que no es así.
-Lo que ocurre es que la Comisión Experta estaba mucho más equilibrada y acá toda la derecha junta tiene una mayoría incontrarrestable, con los quórums que ellos pueden alcanzar podrían hacer una constitución a su pinta, dicho en buen chileno. ¿Puede existir ese temor, dado que cuentan con los votos para eso?
-Creo que ese temor debería irse difuminando con el paso de las semanas, porque venimos saliendo de un proceso bien traumático de la Convención Constitucional, en que ocurrió, no sólo que fue una constitución tremendamente partisana, disruptiva con nuestra institucionalidad, bien refundacional como se ha dicho y lo era. Ahí hay una tremenda lección que sacar y esa primera lección que es que no hay que repetir los mismos errores que se cometieron en la Convención, la tiene presente no sólo consejeros de la derecha, sino también los oficialistas. O sea tampoco con posturas maximalistas o para ir a hacer exclusivamente puntos políticos y que eventualmente salgan derrotados para después victimizarse.
-¿No cree que se repita la historia?
-No me parece que vaya a ser la repetición de una historia fracasada, yo no lo veo así. Por otro lado, desde el punto de vista de quienes vamos a escrutar este trabajo y de la ciudadanía, tenemos que ser muy prudentes en el sentido de evaluar el trabajo por su mérito. No me gusta que se instale la idea de que la derecha puede aprobar cosas con las mayorías que tiene o que no las apruebe por unanimidad sea un problema, porque es lógico y bastante evidente que con el oficialismo no tenemos acuerdo en muchas materias de cómo uno percibe a la sociedad y las instituciones que ordenan la vida en sociedad. Por lo mismo, si las normas vienen de centroderecha o derecha, pero están bien fundadas en la evidencia, tienen un relato de tradición constitucional, tienen una explicación de un mejor diseño constitucional y, por qué no decirlo, a lo mejor muchas de ellas van a contar con un respaldo ciudadano importante, bueno, creo que tenemos que ser tolerantes a que eso pueda ocurrir y si es así, en buena hora; y, ojalá, ocurra con el mayor consenso interno posible y, ojalá, también el oficialismo sea capaz de subirse a esos consensos y también promueva normas que conciten un consenso más general al interior del consejo.
-Ahora, los comisionados inician un trabajo de resguardo, si se quiere, porque siguen participando con derecho a voz, ¿cómo percibe la labor que les va a corresponder en el consejo?
-Creo que nuestro trabajo como expertos no es de resguardo; no estamos llamados a ser vigilantes del anteproyecto que produjimos, sino que más bien estamos llamados a ser colaboradores y asesores para continuar perfeccionando ese anteproyecto. Y nos tenemos que poner a disposición de los consejeros en general, no sólo de los consejeros de sensibilidad parecida a la de uno, para colaborar y que, ojalá, sea un texto que pueda ser aprobado por la ciudadanía a fin de año.