Casinos de plantas pesqueras del Biobío usarán bandejas elaboradas con mascarillas quirúrgicas recicladas

La pesca industrial de la región del Biobío utiliza más de 20 mil mascarillas quirúrgicas semanales por protocolos de prevención de contagio del Covid-19. Para gestionar un residuo que se ha vuelto cotidiano y que genera un problema ambiental, en 2020 iniciaron un proyecto piloto para revalorizar las mascarillas y reutilizarlas. Hoy jueves entregarán 2 mil bandejas hechas a partir del reciclaje de unos 3 mil kilos de mascarillas -600 mil unidades-, a los casinos de las plantas pesqueras. 

El proyecto de revalorización de mascarillas partió en junio de 2020 como un trabajo conjunto entre las Asipes, la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción y los ministerios del Medio Ambiente y de Ciencia,Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCiencia). 

El proceso consideró la recolección selectiva de mascarillas de tres pliegues y N95, la esterilización del material  y la evaluación de la factibilidad técnica y económica para reciclar. Tras seis meses de ensayos, la UDT logró obtener pellets que pueden volver a ser usados en productos de plástico. 

La presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros, Asipes, Macarena Cepeda, dice  que este es un proceso pionero a nivel internacional “en Europa se queman las mascarillas y no hay una recuperación económica del residuo. Esta es la gracia de nuestro proyecto porque nos posiciona como un país que está marcando pauta en el reciclaje de mascarillas”. 

Montserrat Jamett, jefa de sustentabilidad de Asipes, afirma que el gremio tiene un compromiso con la economía circular. “Estamos buscando que todos los residuos y desechos de la industria puedan ser valorizados de una u otra manera y con el plástico más que nada porque es algo que contamina los océanos donde nosotros obtenemos nuestros recursos”, dice Jamett. 

Escalar el proyecto

A la fecha, participan en la iniciativa  las  empresas pesqueras de Talcahuano, Coronel y Tomé,  liceos industriales y juntas de vecinos de las comunas de Talcahuano, Concepción, Coronel y Tomé. El financiamiento del proceso de tratamiento lo asume la industria pesquera y la producción se realiza en las instalaciones de la UDT en Coronel.

Cepeda comenta que hoy están en la etapa de generar las capacidades técnicas del proyecto, lo que le ha permitido a la Universidad de Concepción explorar alianzas en plantas recicladoras en Rancagua. “Nos gustaría que fuera a nivel país y el centro de la UDT no da abasto y también que escalara a nivel internacional”, dice. 

Señala que el reciclaje puede generar “nichos de negocios” y emprendimientos, donde la gente una vez capacitada asuma el desafío de generar productos a partir de un desecho. 

“Este hito cierra el círculo y abre otras alternativas para poder valorizar otro tipo de plásticos de nuestra actividad productiva, que hasta la fecha no habían podido ser reciclados porque no teníamos la tecnología. Pretendemos ampliar a otros productos como capas plásticas y guantes”, adelanta Cepeda.