"El estilo de liderazgo pandémico ya no existe ni es el que se necesita hoy"
Siendo responsable de la gestión de la firma de capital humano en 18 países y una de las mujeres más importantes de México, la presidenta de ManpowerGroup para Latinoamérica, Mónica Flores, analiza cómo evoluciona el liderazgo en la región, la posición de Chile frente a los cambios y el rol de las mujeres en el mundo del trabajo.
ManpowerGroup
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En torno a la conmemoración de los 60 años de ManpowerGroup en Chile, la mexicana Mónica Flores, presidenta para la firma en América Latina e ícono del empoderamiento femenino en la región, visitó nuestro país y reflexionó respecto a diversos aspectos que están moviendo la aguja en la gestión del capital humano en esta parte del mundo.
Basada en su experiencia, Flores percibe que el liderazgo ha cambiado y que las antiguas imágenes que se mantenían a nivel empresarial ya no existen. Y es que, más allá de la inteligencia marcada por lo académico, hoy son la inteligencia emocional y humana las más importantes.
“El estilo de liderazgo prepandémico ya no existe ni es el que se necesita hoy”, explica, añadiendo que actualmente “el líder debe ser empático, resiliente, curioso, preparado para la era digital, humilde y que genere confianza. Porque hoy lo que las organizaciones necesitan son líderes y empresas más humanas. Ya no se estila el líder que te da todas las respuestas, sino que buscamos personas que sepan hacer las preguntas correctas”.
Para la ejecutiva, esta nueva dinámica motiva a las personas a mantenerse capacitadas, sobre todo en un contexto latinoamericano cambiante, lo que implica una necesidad de aprendizaje constante. Lo positivo, dice, es que los líderes de las nuevas generaciones están respondiendo a ese perfil, en un rol que apunta a inspirar a los colaboradores.
Este nuevo panorama instaurado por la pandemia impulsó a potenciar estrategias de trabajo en base a los factores que hoy prevalecen: el humano y la innovación. “Tenemos que aprender a manejar modelos de trabajo flexibles. Ya se acabaron los empleos de 9 a 5 con una hora para el almuerzo. Hoy la gente escoge, en la mayoría de los casos, a qué hora empieza a trabajar y esto determina desde dónde trabaja, si va a la oficina tres días a la semana o uno. Estos modelos de trabajo distintos también implican un liderazgo distinto”, dice Flores.
A estos cambios se suma el avance del empoderamiento femenino, con una mujer latinoamericana más preparada que nunca. “Las nuevas generaciones de mujeres tienen mucho más que aportar, porque tienen más conocimiento y más ambición”, comenta.
¿Cuáles son las principales proyecciones y desafíos para el futuro del trabajo en Chile y Latinoamérica?
Como región tenemos un gran reto porque tenemos que aprovechar el bono demográfico que aún tenemos, y es una gran oportunidad para ser generadores de talento. Hay desafíos importantes y me parece que Chile ha hecho un buen trabajo. Pero en general, en la región, los sistemas educativos están anquilosados, están pensados en una realidad que ya no existe, como el aprendizaje de memoria y centrado en el maestro, donde el error es malo, y hoy ya no es así. El error es bueno, de él se aprende y es algo donde las empresas necesitamos innovar. Ese es el reto que tenemos como región: aprovechar nuestra juventud, con una formación adecuada para ser atractivos para la inversión, atractivos para ser talento contratable y atractivos para la innovación.
Por otra parte, Chile comparado con otros países de América Latina, tiene una educación superior. La formación del talento es de mejor calidad que en otros países de la región y eso es una ventaja que deberían aprovechar. Creo que Chile sigue las tendencias del mundo. Por ejemplo, recientemente aprobaron la reducción de jornada, que no es mala o buena en sí: es buena si se aprovecha para el descanso del colaborador y si mantiene la productividad.
¿Cómo las empresas están trabajando junto a los nuevos liderazgos para retener talentos?
Las empresas estamos aprendiendo junto a este modelo nuevo, y vamos a aprender sí o sí, porque, de acuerdo con una encuesta que hacemos todos los años, el 74% de los empleadores a nivel global dice que tiene problemas para encontrar los candidatos adecuados. Entonces, los candidatos están buscando estos nuevos modelos y si la empresa no se mueve hacia allá, su marca empleadora va a demeritarse. Hoy las empresas buscamos construir una marca atractiva, divertida, moderna o flexible, que sea aspiracional para
el talento. Y no solo es atraer, sino retener, motivar y ayudar al talento a
desarrollarse.
¿Cómo está evolucionando el rol femenino en los puestos de liderazgo en Latinoamérica?
Creo que hemos avanzado, pero no a la velocidad que se requiere. En América Latina las mujeres ocupan solo un 25% de los cargos de alta gerencia y solamente un 6% de las posiciones de director general o CEO, lo que es mínimo.
Aunque hay más mujeres en la fuerza laboral, seguimos en los puestos más operativos, más básicos de la organización. Creo que no solo tenemos que generar política pública que fomente que más mujeres tomen decisiones en las organizaciones, tenemos que generar políticas de empresa para propiciar la igualdad de oportunidades, de equidad, de igualdad salarial y para empoderar a las mujeres, para que se atrevan a seguir en la carrera profesional.
En nuestra región todavía hay muchos estereotipos: que si tienes hijos debes dedicarte 100% a cuidarlos, que te debes casar a cierta edad o que tienes que cumplir con ciertos estándares de belleza. Hay que romper con eso, y todavía nos falta mucho en Chile y en el mundo. -¿Qué consejo le daría a una joven que tiene como objetivo ser líder a futuro?
Que siempre crea en sus talentos, que no desconfíe de sí misma. Que siempre tenga sus prioridades bien definidas y que camine en consecuencia, porque no está en desventaja por ser mujer. Al contrario, hoy es una ventaja.
Creo este sigue siendo un tema cuando ya no debería de serlo, pero tengo la esperanza en que no vamos a tardar 200 años en alcanzar la equidad y la igualdad. Y en esto no se avanza solo con nosotras, sino que tenemos que sumar a los hombres para poder resolverlo.
“Lo que las organizaciones necesitan son líderes y empresas más humanas. Ya no se estila el líder que te da todas las respuestas, sino que buscamos personas que sepan hacer las preguntas correctas”, dice la presidenta de ManpowerGroup para Latinoamérica.