B. Central sorprende al mantener proyección de PIB y adelanta agresivas bajas de tasas
La cifra está por encima de las apuestas del mercado, pero en línea con lo proyectado por Hacienda. Estimación se basa en una política monetaria más expansiva y en el plan fiscal.
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El Banco Central sorprendió ayer a buena parte del mercado al
proyectar un crecimiento del PIB de entre 2% y 3% para el presente año,
el mismo que espera el Ministerio de Hacienda, y por encima de las
apuestas del mercado.
La visión sobre el desempeño económico
contenida en el Informe de Política Monetaria (IPOM) de enero –que fue
entregado por el Consejo del instituto emisor a la Comisión de Hacienda
del Senado- se explica por el impacto que tendría el paquete de
estímulo fiscal y una tasa de política monetaria más expansiva,
sostiene la autoridad.
Estas dos condiciones harían posible
sostener el crecimiento en el mismo rango estimado por el instituto
emisor en noviembre pasado, cuando actualizó la visión del IPOM de
septiembre. Esto, a pesar de que buena parte de los analistas privados
se inclinan por un crecimiento inferior, lo que deja a la autoridad
monetaria como demasiado optimista a ojos del mercado.
De hecho,
algunos analistas leyeron la estimación del Central como un espaldarazo
al Ministerio de Hacienda, en la línea de la mayor coordinación
exhibida durante los últimos meses, primero con las inyecciones de
liquidez al sistema financiero y luego con las reuniones entre el
timonel del instituto emisor, José de Gregorio, y el jefe de las
finanzas públicas, Andrés Velasco. La última sólo horas antes de que se
anunciara el paquete de estímulo fiscal.
Impacto fiscal y tasa
A
juicio de De Gregorio, la diferencia entre la proyección de crecimiento
de noviembre y la de ayer es que esta vez se realiza “con un programa
de expansión fiscal de dos puntos del Producto”, que tiene un impacto
“del orden de un punto porcentual de mayor actividad”.
Asimismo,
dada las menores presiones inflacionarias y la rápida convergencia que
se espera con la meta de 3% del instituto emisor, la autoridad anticipó
que las rebajas en la Tasa de Política Monetaria serían -en su supuesto
de trabajo- más agresivas que las que proyecta el mercado, el que
estima un nivel de entre 5% y 5,5% a mediados de año.
Así, De Gregorio agregó que “vamos a hacer todo lo que sea necesario para mitigar el impacto que está teniendo esta crisis”.
Menos probable
Aunque el Central mantuvo su proyección, se le dio un sesgo a la baja muy marcado.
El
IPOM señala que dado el alto nivel de incertidumbre sobre la evolución
económica, “la probabilidad de que el crecimiento de la economía esté
dentro del rango de un punto porcentual proyectado es menos que en
otras ocasiones. Además, la posibilidad de escenarios alternativos más
negativos es mayor, por lo que el balance de riesgos está sesgado a la
baja”.
Esto, producto del fuerte impacto que está teniendo la
crisis mundial en la economía. Tanto así, que la autoridad proyectó que
2008 cerró con una expansión de 3,5%, muy por debajo del rango de entre
4% y 4,5% pronosticado en noviembre.
“Los efectos del cambio en
el escenario macroeconómico ya se observan en las cifras del sector
real. Los datos del último trimestre de 2008 dan cuenta de una
desaceleración relevante de la actividad y de la demanda”, agregó el
informe.
El Central señala que el escenario global afectará el
crecimiento de Chile por varios canales de transmisión: el aumento en
los costos de financiamiento externo, la menor demanda mundial por
productos nacionales y el posible impacto en las decisiones de gasto de
empresas y personas causado por la incertidumbre sobre el escenario
macroeconómico.
Por sectores productivos, los mayores efectos se sentirían en el comercio, la industria y la construcción.
Para
este último rubro, la autoridad señaló que información casuística
muestra que “se habría producido la paralización y/o suspensión de
algunos proyectos, en especial en el sector inmobiliario”.
Para
la industria, el Central dijo que seguiría mostrando cifras negativas
en los próximos meses, por la menor demanda externa, inventarios
“superiores a lo deseado” y menores expectativas de los empresarios del
sector.
A esto, se suman las condiciones crediticias más
estrechas, que también pueden afectar al sector. La buena noticia son
las menores presiones de costos por la caída en el precio del petróleo.
Sobre
el empleo, aunque la autoridad dijo que la experiencia histórica lleva
a pensar que la desaceleración acarreará un deterioro en la creación de
empleo, los cambios en el mercado laboral no permiten tener certeza de
ello.
Inflación baja más rápido
El Banco Central recortó su estimación de inflación para este año, desde el 4% pronosticado en noviembre, a 3,1%.
El
rápido descenso desde el 7,1% que registra hoy el Índice de Precios al
Consumidor (IPC) está levemente por debajo de las estimaciones de
mercado y se debe en parte a las menores holguras de capacidad de la
economía, lo que reducirá las presiones inflacionarias. Asimismo, se
proyecta que el tipo de cambio real (TCR) bajará de sus niveles
actuales en los próximos dos años. Esto, ya que en la actualidad se
ubicaría por debajo de sus fundamentos de largo plazo.
El
instituto emisor también espera que la dinámica salarial se mantendrá
moderada, sin reflejar en su totalidad el aumento de la inflación
pasada, “sino que más bien considere como determinante fundamental el
retorno de la inflación a la meta”.
Así, la convergencia de la
inflación con la meta de 3% del Banco Central se concretará mucho más
rápido de lo estimado en noviembre. Esto, porque además de la
proyección de 3,1% para el IPC total, también se recortó la estimación
para el IPC subyacente, que excluye combustibles y frutas y verduras
frescas, desde un 4,2% a un 3%.