La preocupación de CCU por su competencia en Uruguay
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La denominada “crisis de la cerveza” en Uruguay tiene inquieta a CCU, que compite en ese mercado desde 2012 con las marcas Heineken, Schneider y Kunstmann. Así lo dejó entrever la compañía chilena el 10 de junio pasado. Ese día, según la plataforma de lobby, el gerente de negocios internacionales de la empresa. Sebastián Landi, y la subgerente de asuntos públicos, María José Bascuñán, se reunieron con la subsecretaria de Relaciones Internacionales, Karina Canepa, para plantearle su preocupación por las eventuales ayudas estatales que podría obtener su principal competencia en ese país, Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), propiedad de la multinacional AmBev que tiene cerca del 70% del mercado uruguayo.
A mediados de mayo, FNC cerró su planta en Minas, a unos 120 kilómetros de Montevideo, argumentando problemas de competitividad, debido a sus altos costos de producción y frente al aumento de las importaciones de cerveza desde Argentina y Brasil. La decisión afectó a 150 trabajadores, lo que generó un conflicto sindical. Desde ese entonces, el Gobierno uruguayo y la firma negocian alternativas para la reapertura. El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou dijo: “Vamos a hacer todos los esfuerzos para que (FNC) continúe abierta”. Aunque la empresa anunció hace dos semanas que reabrirán la planta en agosto con menos trabajadores, actualmente está en funcionamiento una mesa sectorial y económica para atender las demandas de la compañía, entre ellas los altos costos de la energía y algunas eventuales devoluciones de impuestos.
La situación no solo es seguida con atención por CCU. La Cámara de Industrias de Uruguay (CIU) ha señalado que los problemas detectados no solo afectan a FNC, sino a toda la industria local y desde diferentes sectores se alerta sobre los beneficios que podrían entregarle a una empresa en particular.