Venezuela a inicios de año
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El primer bimestre venezolano ha sido generoso en noticias. La salud del presidente y sus repercusiones políticas, por un lado, han sido una constante en los últimos meses. La devaluación del bolívar, por otro, muestra las dificultades de la economía venezolana.
El presidente acaba de regresar a Caracas, después de varias semanas; vía fotografías con sus hijas mostró su primera imagen luego de su última intervención. Su regreso se anunció con la reanudación de su cuenta de Twitter, lo que desencadenó una verdadera avalancha de felicitaciones de sus seguidores.
Con todo, el presidente regresó no al palacio de gobierno, sino a un hospital caraqueño. Su salud es de cuidado, pero legalmente sigue siendo el primer mandatario y está en territorio venezolano. ¿Cuál será el curso de los acontecimientos?
La Constitución prevé un abanico de posibilidades, pero resumiendo, si el presidente se recupera plenamente, reasumirá sin dificultades. Si su salud lo limita, de alguna forma se deberá convocar a nuevas elecciones. A diferencia de unos meses, hoy está clara la sucesión dentro del chavismo. Nicolás Maduro es el ungido, e inclusive recientes mediciones lo dan como favorito en caso de competir.
Si en el ámbito político esta perspectiva de sucesión pone fin a las incertidumbres y conjeturas, el ámbito económico es más complejo. Es difícil resumir las complejidades de la economía venezolana, pero es evidente que algunos aspectos deben enfrentarse con decisión. La diversificación productiva es uno de esos desafíos y, en especial, la producción de alimentos que aliviaría la balanza comercial venezolana a la vez que contribuiría al bienestar de la población.
La riqueza petrolera puede ser una excelente carta de intercambio de un programa de incentivo a la producción agropecuaria. Ojo, ese es un rubro en el cual Chile tiene expertise, además de capitales. Un acuerdo que permita a ambos países intercambiar combustible -evidentemente más barato que lo que hoy pagamos- con productos alimenticios, inversiones y traspaso de know how para su producción, sería de mutuo beneficio.
¿En que topamos? Probablemente, en que a veces las miradas están contaminadas por visiones políticas y no es recomendable mezclar relaciones internacionales con ideologías. Por cierto, sería necesario construir mecanismos de protección de inversiones y de pagos efectivos. Lo que también sería necesario es que así como a los chilenos no nos gusta que se metan en nuestros asuntos, nosotros también respetemos la no injerencia en asuntos internos de otros estados.