Pymes: ¿las grandes empleadoras?
Miguel Ricaurte Economista jefe Banco Itaú
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Miguel Ricaurte
A días de conocer los datos del mercado laboral del segundo trimestre, reviso el rol que tienen las pequeñas y medianas empresas (pymes) en la creación de empleo en Chile. Iniciativas como el proyecto de Pago Oportuno buscan nivelar la cancha para las pymes frente a las grandes empresas, en parte por el rol que se les atribuye en la creación de empleo. Además, la OCDE destaca que las pymes aportan a la productividad y favorecen el crecimiento inclusivo.
¿Cómo son las pymes en Chile? En términos de empleo, al comienzo de 2018 casi el 53% de los trabajadores se desempeñó en empresas pequeñas (con menos de 50 empleados), algo más del 12% lo hizo en empresas de entre 50 y 199 empleados, y un tercio en grandes empresas (200 o más). Así, las pymes concentran casi dos tercios del empleo en Chile, apenas por debajo de lo que ocurre en la OCDE (70% del empleo), según el reporte "Revisión al Emprendimiento 2017". La fracción del empleo pyme no ha mostrado ganancias significativas desde 2010 (de hecho, se redujo en un punto porcentual), mientras que el empleo en grandes empresas ganó relevancia, contrario a lo reportado para otros países OCDE.
¿Quién trabaja en las pymes de Chile? Al primer trimestre de 2018, los asalariados privados representaban casi 56% del empleo de las pymes, concentrados en empresas con entre 11 y 199 trabajadores.
Mientras tanto, un tercio de su personal corresponde a empleo por cuenta propia, agrupado principalmente en empresas con menos de cinco personas (casi 2/3 del empleo en éstas). La participación del empleo por cuenta propia en las pymes aumentó tres puntos porcentuales desde 2010, en detrimento de los asalariados. Es decir, de las 905 mil plazas creadas por estas empresas entre el primer trimestre de 2010 y el primero de 2018, el empleo por cuenta propia representó la mitad, muy por sobre su participación de 30,2% al primer trimestre de 2010, mientras que los puestos asalariados adicionales apenas representaron 42,3%. Este cambio en la composición del empleo pyme, aunque gradual, podría apuntar a una precarización en los últimos años.
Además, el empleo en las pymes ha sido contra-cíclico. Cuando la economía chilena salía de la crisis financiera internacional, ellas se convirtieron en el motor del crecimiento del mercado laboral, explicando virtualmente la totalidad del empleo creado en 2011. Pero cuando el crecimiento económico se consolidó, jugaron un rol menor en la creación de empleo: durante 2012 se destruyeron plazas de trabajo pyme, mientras que las grandes empresas fueron las creadoras de empleos. Cuando las condiciones externas e internas impactaron al crecimiento en la segunda mitad de 2013, las pymes volvieron a jugar un rol importante, explicando casi 3/4 del empleo creado al cierre de ese año. La situación fue más severa inclusive en 2015 y 2016, cuando fueron las únicas responsables de la creación de empleo, mientras las grandes empresas reducían su fuerza laboral. En 2014, año que vio los efectos transitorios del estímulo fiscal, hubo un hiato ya que las grandes empresas fueron las empleadoras, en detrimento de las pymes. Así, el comportamiento de las pymes chilenas parece contrario a lo reportado por la OIT, que encuentra que su desempeño es pro-cíclico.
Hay espacio para potenciar a las pymes. Pero no basta con cerrar la brecha de condiciones económicas, sino que es necesario favorecer las condiciones para que las pymes se conviertan en motor de la nueva economía emprendedora.