Nuevo Gabinete; ¿Nuevas proyecciones?
Manuel Bengolea Gerente general Octogone Chile
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Sin duda la designación del nuevo Gabinete del presidente electo Sebastián Piñera ha dado mucho que hablar, y se ha constituido en el tema predilecto de conversación entre partidarios y detractores. Sin embargo, lo interesante y relevante debería ser qué tan eficiente será este nuevo equipo, cuya capacidad profesional y ejecutiva nadie ha cuestionado, para imprimir un cambio de ritmo en el crecimiento económico, de forma de cambiar significativamente las expectativas de empresarios y consumidores.
Sin duda que la tarea será difícil, pues no sólo habrá que reparar los daños ocasionados por la desprolijidad y descriterio de varias de las políticas públicas implementadas en los últimos cuatro años, sino que también habrá que convencer al sector opositor del Parlamento, de que apoyen las propuestas del nuevo Gobierno.
Y por último habrá que ser ingenioso, y valiente, para decidir cómo se reorientaran los escasos recursos fiscales para la consecución de los objetivos delineados. La capacidad del equipo económico y político es innegable, así es que los resultados deberían comenzar a aparecer más temprano que tarde, sin desconocer que este nuevo Gobierno tendrá a lo menos dos años de viento a favor por las mejoras en la economía global.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) cifran el crecimiento de la economía mundial para el 2018 y 2019 en 3,9% anual. Por lo tanto, la economía chilena, con nuevo un gobierno pro crecimiento y pro negocios, debería crecer a lo menos a la par con el mundo si no más, cómo ha sido el caso desde el retorno a la democracia.
Si a lo anterior, se le agrega el efecto rebote luego de cuatro años de contracción en las inversiones, que contribuiría con algunas décimas más de crecimiento anual. Por último, si creemos, que la electro-movilidad comienza a ser una realidad, entonces quienes producen cobre, el principal y más eficiente conductor eléctrico, y litio, primordial para el almacenaje de la electricidad, deberían crecer por sobre la economía mundial. Conste que no asumo que Chile finalmente agregará valor a las materias primas que produce, pues no lo ha hecho en los últimos 40 años.
Entonces, asumir que el PIB se expandirá por más de 4% en los próximos años pareciera ser perfectamente realista. Me atrevo a decir incluso, que crecer al 4,5% anual el 2018 y el 2019, debería ser el desde.
La vara es alta, pero las capacidades del nuevo gobierno también lo son. Si es así, entonces las utilidades de las empresas mejorarían significativamente, más aún si después de varios años de vacas flacas, los costos están tremendamente contenidos.
Cabe preguntarse entonces, si el mercado ha incorporado en los precios de las acciones todo lo anterior. Creo que no, y la prueba de fuego, será cuán capaz sea el nuevo Gabinete para navegar en la política.
De serlo, el IPSA que hoy deambula alrededor de los 5.900 puntos, podría alcanzar en el transcurso de los próximos dieciocho meses los 7.000. Si el índice S&P 500, alcanzó en los primeros días de enero el nivel que el consenso de analistas esperaba para fines de 2018, también podrían darse que el IPSA llegue a los 7.000 durante el primer semestre.