Innovar desde lo propio
Camila Sánchez Directora Emprendemos +
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En la carrera a la reciente elección presidencial, los candidatos debieron jugárselas por osadas propuestas de mejoras al país. Una de ellas tenía que ver con la innovación y el emprendimiento, áreas que en otras elecciones habían sido parcialmente olvidadas. Incluso se reunieron con personajes del ecosistema para escuchar sus necesidades. Concordaron en que el emprendimiento es un gran motor de la economía del país.
La tendencia mundial también nos muestra que la innovación en el área empresarial como en el emprendimiento, es irreversiblemente necesaria para la continuidad y evolución de ésta. Pero ¿qué es la innovación? Es modificar elementos ya existentes con el fin de mejorarlos o renovarlos, crear algo nuevo que dé valor. ¿Cómo se maneja dentro de las empresas? A través de las distintas áreas como recursos humanos, marketing y las crecientes gerencias de innovación.
La verdad es que muchas veces estas áreas no son suficientemente efectivas y eficientes porque no tienen los procesos y capacidades necesarias. En países como EEUU y Europa las áreas de innovación funcionan de manera mucho más fluida porque se han preocupado de desarrollar sistemas que los apoyen en esa tarea. Tienen conciencia de la gravitante importancia de este tema y de que si no se preocupan de innovar y mejorar procesos, fortalecer y potenciarla internamente, la empresa decae.
En Chile nos hemos ido subiendo al tren de a poco, utilizando sistemas que apoyan los procesos internos dentro de las empresas para ayudarlos a mejorar. Pero ¿por qué recurrir a recursos extranjeros cuando aquí en nuestro país tenemos emprendedores de primera categoría desarrollando sistemas tanto o de mejor calidad que aquellos? Hace poco me tocó conocer INNK, un software de gestión digital de innovación creado por emprendedores chilenos.
Es una plataforma en la que de manera fácil, simple y dinámica, se entrega una estructura para el manejo de las iniciativas de innovación dentro de una empresa, apoyando el desarrollo participativo, inclusivo y colaborativo. En simple, ayuda a la gerencia a gestionar los, a veces complejos, procesos de innovación de manera eficiente y administrable.
Si la innovación es la forma en que la empresa se acerca a escuchar las recomendaciones de sus propios trabajadores sobre los procesos productivos, que ellos conocen como nadie, ¿no sería entonces recomendable escuchar y preferir a nuestros emprendedores que conocen la realidad y nuestra empresa para mejorar los procesos?
Creo que ese es el camino para mejorar nuestras empresas y emprendimientos, y adecuarlas a la realidad mundial desde el talento nacional.