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Hacia la búsqueda de una institucionalidad para el desarrollo definitivo de Chile

Raúl Ciudad Presidente ACTI

Por: Raúl Ciudad | Publicado: Miércoles 27 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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En la recién pasada cuenta pública del 21 de mayo, la Presidenta Michelle Bachelet anunció la buena noticia de que enviará, durante el segundo semestre del presente año, un proyecto para materializar la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el cual estaría enfocado en potenciar la productividad y emprendimiento del país.

Según datos de la UNESCO, la inversión en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i), llega hoy al 0,36% del PIB, con un porcentaje alto de contribución del Estado versus el sector privado y, por otra parte, a un nivel bastante más bajo en comparación con otros países de Latinoamérica, como México, Uruguay, Argentina y Brasil.

Este anuncio llega en medio de la necesidad que tenemos como país de realizar cambios que apunten a aumentar la productividad cercana a cero en los ultimos 10 años, reducir ostensiblemente la dependencia de nuestra economía de los commodities y de abordar, con decisión por parte de las empresas, su necesaria transformación digital para poder enfrentar con éxito su competencia global.

Esta institucionalidad es muy importante para Chile ya que se necesita, de una vez, ordenar el ecosistema de investigación, desarrollo, innovación y emprendimiento en Chile que permita generar una economía del conocimiento que aporte valor a nuestras industrias y, al mismo tiempo, genere oferta de exportación que genere divisas de alto valor por la vía del aumento ostensible de exportación de servicios profesionales con alto componente tecnológico, modelos de gestión y productos que impulsen el patentamiento. Por esta vía institucional, en concordancia con otros ministerios como Hacienda, Economía, Segpress, Educación, entre otros, tendría que ser posible generar una estrategia nacional de desarrollo de Chile, que hoy día no existe, que nos permita planificar los pasos que nos lleven, definitivamente, al desarrollo en los próximos 10 ó 20 años. Me remonto a los años 40, cuando la Corfo generó la creación de empresas de base industrial en Chile que nos sostuvo todos estos años hasta ahora.

Es importante entender que el Ministerio de Ciencia y Tecnología no debe ser solo de ciencia, por ello agregamos “tecnología”, ya que debe apuntar a la integración entre el mundo de la ciencia y el mundo empresarial, como también a la preparación del capital humano especializado para soportar nuestra estrategia nacional de desarrollo.

Si no se diseña esta institucionalidad, no pasará más allá de ser un nuevo ministerio sin impacto en la economía de Chile y nuestro I+D, continuará pegado en el 0,36% del PIB y cayendo, y el sueño del desarrollo de Chile será más bien una muy mala pesadilla.

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