Las incomprensibles canastas
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Señora Directora:
La propuesta del Gobierno para proveer dos y medio millones de cajas de mercadería para apoyar a la población más vulnerable resulta difícil de comprender. El desafío logístico es inmenso, lo que plagará la ejecución, y difícilmente se justifica, porque las cadenas de abastecimiento siguen funcionando, a diferencia de lo que ocurre en eventos catastróficos naturales.
La solución más simple y directa es sencillamente entregar recursos a las personas para asegurar que puedan pagar sus compras esenciales y cuentas. Se podría entregar el mismo valor, o mayor, directamente a todas las personas en dinero. Dada la dificultad para definir la vulnerabilidad en la situación actual, incluso podría simplificarse y hacerlo parte del ingreso para que aquellos con ingresos suficientes lo devuelva en la próxima declaración de impuestos.
Y si se quiere enfocar el gasto a ciertos productos, se podría entregar parte del aporte en vales que sólo se puedan gastar en ciertos alimentos específicos en el pequeño comercio, con lo cual de pasada se apoya a la economía local.
Hay múltiples maneras de entregar un aporte real y efectivo a las personas usando mecanismos distintos a la canasta. No es tarde para cambiar de enfoque.
Claudio Huepe
Director Magíster en Regulación, Mercado y Política Energética UDP
