Bienvenida al fin, la libre competencia en el mercado del petróleo
Jorge Hermann Director de Hermann Consultores
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Jorge Hermann
El mercado de combustible se ha desinflado desde mediados del 2014, cayendo los precios en un precipicio profundo debido a la mayor oferta de petróleo y a una débil demanda global. El precio del petróleo Brent, relevante para Chile, fue US$ 31 el barril en enero del 2016, siendo el valor más bajo en términos reales desde comienzos del 2002. Entonces, ¿qué explica la actual coyuntura de precios tan bajos? y ¿cuáles son los efectos para Chile? Veamos.
En relación con la oferta de petróleo, Estados Unidos irrumpió en el mercado desafiando al cartel de la OPEP. Los americanos han aumentado la producción de petróleo debido a una innovación tecnológica en la exploración por medio de la perforación horizontal y la fracturación hidráulica de rocas, alcanzando en el 2015 el récord histórico de producción desde 1972. Además, los países miembros de la OPEP abandonaron su estrategia habitual de limitar la producción de crudo, como una forma de provocar a los productores americanos. Bienvenida al fin, la libre competencia en el mercado del petróleo y sus efectos favorables para los consumidores.
A su vez, la desaceleración de las economías emergentes, en especial China, y un invierno relativamente cálido en Norteamérica han reducido el crecimiento de la demanda mundial de combustibles.
Por otra parte, nuestro país se favorece con el desplome del petróleo. En Chile se consumen alrededor de 15,5 millones de metros cúbicos de combustibles en un año, los cuales son suministrados por Enap más la importación directa de los distribuidores, por lo que se ahorra US$ 97 millones por cada dólar que baja el precio del petróleo al año. Por ejemplo, si se compara el precio promedio de US$ 99 el barril de petróleo en el 2014 versus los US$ 38 el barril en diciembre del 2015, Chile ahorraría US$ 5.940 millones al año por menor precio del petróleo.
Cabe destacar que el menor costo del petróleo compensa los menores ingresos por la baja del precio del cobre en base a un análisis de la cuenta corriente en la balanza de pagos, que no sólo considera la balanza comercial, sino que también las rentas (utilidades) y transferencias (impuestos).
No obstante, a nivel de consumidores, la baja del petróleo no se ha sentido del todo, porque el tipo de cambio se ha depreciado desde $ 553 a $ 722 entre junio del 2014 y enero del 2016. Además, el Mecanismo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (Mepco) ha cobrado un impuesto adicional en varias oportunidades, lo que limita el traspaso del menor precio internacional. Por ejemplo, hoy el impuesto adicional es $ 12 en la gasolina 93, $ 27 en la gasolina 97 y $ 27 en el diésel.
Por lo tanto, los precios bajos del petróleo llegaron para quedarse por un largo tiempo. Prueba de ello, es que la Agencia de Energía de EEUU estima un precio de US$ 40 el barril en el 2016 y US$ 50 el barril en el 2017. Pero, su efecto sobre los consumidores dependerá de la evolución del tipo de cambio y cuán manipulado sea el Mepco discrecionalmente.