OEA da un paso sin precedentes e invoca la activación de la Carta Interamericana para Venezuela
El consejo permanente del organismo considerará hoy, en sesión extraordinaria, el proyecto de declaración sobre la nación sudamericana.
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El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió ayer la activación de la Carta Democrática Interamericana de Derechos Humanos para Venezuela, un paso sin precedentes que abre un proceso cuya última consecuencia sería la suspensión de la nación sudamericana del ente.
En su informe, Almagro recurrió al artículo 20 de la Carta para “solicitar la convocatoria de un consejo permanente de Estados entre el 10 y el 20 de junio”, ante “la alteración del orden constitucional” y sus graves efectos en la democracia del país.
El ex canciller uruguayo da así un paso que ninguno de sus antecesores se atrevió: someter a examen de los 35 países el estado de la democracia en una nación sin la solicitud o aprobación de su gobierno.
En el texto, Almagro sustenta su accionar en que Venezuela ha visto vulnerado su sistema a través de las continuas “violaciones de la Constitución, especialmente en lo que se refiere a equilibrio de poderes, al funcionamiento e integración del poder judicial, violaciones de derechos humanos, procedimiento para el referendo revocatorio y su falta de capacidad de respuesta ante la grave crisis humanitaria que vive el país“.
“La Secretaría General de la OEA considera que la crisis institucional de Venezuela demanda cambios inmediatos en las acciones del poder Ejecutivo (...) a riesgo de caer en forma inmediata en situación de ilegitimidad”, afirma el documento.
En tanto, el organismo convocó para hoy, a pedido de Argentina, una reunión extraordinaria de su consejo permanente para abordar la situación y consensuar una resolución.
El presidente Nicolás Maduro repudió ayer la medida, pidió la salida de la OEA “de Venezuela y de América”, y anunció que demandará a la directiva de la Asamblea Nacional (AN) por haber promovido “una intervención extranjera”. “Quiero hacer un juicio histórico para demostrar la traición a la patria en la que han incurrido”, dijo.
Pasos a seguir
El Consejo Permanente de la OEA, donde cada embajador tiene un voto, pasará a decidir si hay alteración democrática alguna en Venezuela. Si la mayoría (18 cancilleres) así lo considera, se pueden aprobar distintas medidas, entre ellas las gestiones diplomáticas –incluidos los buenos oficios– para “promover la normalización de la institucionalidad”. De fracasar, o si el caso se considera urgente, se pasa a convocar una Asamblea General extraordinaria con dos tercios de los votos.
En esa instancia, que puede volver a intentar acciones diplomáticas, 23 representantes pueden suspender la permanencia del Estado en la organización. De aprobarse, Venezuela perdería su derecho a participación en todas las actividades y programas del organismo, tal y como ocurrió con Honduras en 2009 (cuando precisamente Maduro era canciller y fue quien lideró su aplicación).
Según el presidente de la comisión de política exterior de la AN, Luis Florido, “no buscamos que Venezuela sea suspendida, queremos ejercer mecanismos de presión para que haya referéndum revocatorio, que es la válvula de escape a la crisis”.
Ayer ex jefes de Estado y de Gobierno, entre los que destacan los chilenos Sebastián Piñera y Eduardo Frei, firmaron una declaración en apoyo a Almagro, mientras que EEUU y Paraguay acompañaron su decisión de buscar una salida.
Efectos de la carta de la oea
Con 18 votos de los 35 países miembros, se aprueban resoluciones y sanciones que representan un triunfo para los sectores democráticos.
La gestión administrativa del gobierno en análisis se verá cuestionada.
La eventual suspensión de la OEA implica que el país deja de participar en las actividades y programas del organismo (anticorrupción, seguridad y promoción de derechos).
La exclusión de la OEA aísla a la nación de la comunidad internacional y limitaría la capacidad de acción del gobierno.
Se suspende toda cooperación económica al país.
Exclusión del sistema financiero y de cooperación regional no afecta los programas y proyectos del gobierno ya que en la actualidad es poca la participación de Venezuela dentro de los mismos.
La intervención extranjera directa no está contemplada en el instrumento, ya que iría en contra de soberanía e independencia de los Estados, fundamentos que rigen el espíritu de la Carta Democrática Interamericana.
Chile en la OEA: diálogo y consenso
El canciller Heraldo Muñoz aseguró que "Chile va a apoyar toda aquella iniciativa que propenda al diálogo y al entendimiento" en la reunión que sostendrán los países miembros de la OEA a propósito de la situación venezolana. "Veremos entonces las distintas opciones que se presentan al consejo permanente o los consejos que se convoquen en Washington. He estado en contacto con varios cancilleres y colegas, y hemos intercambiado opiniones sobre estos escenarios. La mayoría coincide en la necesidad de apoyar cualquier iniciativa que vaya en la dirección del diálogo en Venezuela", dijo desde París. Muñoz señaló que "la situación es delicada, hay atención internacional y en ese contexto hay que hacer todas las gestiones que sean favorables a que un pueblo hermano se pueda entender".