Hertz ordena 100.000 autos Tesla para arriendo desde fines de 2022

Día de noticias para Telsa.

La compañía de arriendo de autos Hertz dijo este lunes que había pedido 100.000 autos a Tesla para ser entregados a fines de 2022, en medio de la apuesta por construir la flota de vehículos eléctricos más grande de América del Norte.

Con esto, dijo la empresa, la flota global pasaría a ser más del 20% eléctrica.

El pedido es considerable para la compañía de Elon Musk que en el tercer trimestre realizó entregas récord de 241.300 unidades y que, además, en septiembre logró que su Model 3 fuera el más vendido en toda Europa, siendo la primera vez que un automóvil eléctrico supera a modelos con motores a bencina.

Aun así, Hertz reconoció que las proyecciones podrían verse afectadas por factores externos como la "escasez de chips semiconductores u otras limitaciones".

Los clientes de Hertz podrán alquilar los sedán Modelo 3 de Tesla, que se venden al por menor por casi US$ 44.000, en aeropuertos de EEUU y ciudades europeas selectas a partir de noviembre. También tendrán acceso a 3.000 estaciones de carga Tesla, mientras que Hertz también está construyendo cargadores a través de su red.

La empresa de alquiler, que se declaró en quiebra el año pasado después de que su negocio se viera afectado durante la pandemia, dijo que "ofrecería una experiencia de alquiler premium y diferenciada para los vehículos eléctricos Tesla".

Las acciones de Tesla subieron un casi 7% a esta hora, en medio de los anuncios. 

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Tesla en China

En paralelo, Tesla dijo hoy que había construido un centro de investigación y un centro de datos separado en Shanghái, donde fabrica el sedán Model 3 y su deportivo Model Y.

La firma explicó en un comunicado que el centro de investigación y desarrollo de automóviles, el primero de Tesla fuera de Estados Unidos, emplea a ingenieros de software, electrónica, materiales y carga.

Y agregó que almacenará localmente los datos de funcionamiento de la compañía. El mes pasado, el Ministerio de Industria de China publicó un nuevo proyecto de medidas que obliga a las empresas a almacenar localmente datos importantes relacionados con la industria.

La política de datos se ha convertido en un área clave en la que se han centrado los reguladores chinos, en el marco de las continuas medidas enérgicas sobre la industria durante el último año.