Entre Códigos

Cambio climático: el nuevo frente ambiental de los abogados de empresas en el mundo

Juzgados de distintas jurisdicciones están paralizando proyectos de algunas compañías amparándose en su impacto en el medio ambiente, unas decisiones que ocupan cada vez más tiempo a los responsables legales.

Por: PILITA CLARK | FINANCIAL TIMES | Publicado: Martes 6 de agosto de 2019 a las 08:49 hrs.
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Hace tres meses se envió a casi 3.500 abogados de empresas europeas una encuesta con una sencilla pregunta: ¿Cree que su compañía tendrá problemas legales debido al cambio climático?

Casi el 50% de los que respondieron dijo que sí, lo cual es preocupante, ya que sólo el 15% reconoció que sus departamentos jurídicos estaban bien preparados para hacer frente a dichas amenazas. Estas cifras son reveladoras. La encuesta fue realizada por la Asociación Holandesa de Abogados Internos de Empresas y el estudio holandés Houthoff.

Holanda se ha convertido en un importante campo de batalla de una nueva clase de demandas judiciales que se han extendido por todo el mundo debido a la creciente sensación de urgencia climática. En 2015, un tribunal holandés ordenó a su Gobierno que incrementara sus esfuerzos para reducir las emisiones de dióxido de carbono, un fallo histórico que animó a los grupos ecologistas de otros países a emprender acciones similares.

"Se trata de una decisión histórica y muy importante porque, esencialmente, ha hecho que Europa sea el foro para los litigios judiciales sobre el cambio climático", señala Mark Clarke, socio de White & Case, una de las cada vez más numerosas firmas legales internacionales que se dedican a casos sobre el cambio climático.

Poca conciencia

Si los abogados internos de empresas de un país tan concienciado con el clima como Holanda no están totalmente preparados para este cambio, es improbable que sus homólogos de otros países lo estén. Pero algunos han tenido que hacerlo porque no les quedaba otra opción.

A nivel mundial, se han presentado al menos 1.300 casos judiciales sobre el cambio climático desde 1986, la mayoría en EEUU, según señala el Centro Sabin de Derecho sobre el Cambio Climático de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Objetivos dispares

La naturaleza de estos casos difiere ampliamente de uno a otro, al igual que sus objetivos. Sin embargo, algunos de los más llamativos son parte de una nueva ola de demandas por daños medioambientales contra empresas de combustibles fósiles que los abogados consideran que tienen grandes posibilidades de prosperar.

A diferencia de los anteriores casos presentados en EEUU, estas demandas no sólo las han emitido personas físicas a título individual, sino también ciudades, condados y, desde el año pasado, un estado: Rhode Island. "La involucración de Rhode Island constituyó un cambio radical en los litigios sobre el tabaco", señala Joana Setzer, científica del Instituto de Investigación Grantham sobre el Cambio Climático y el Medio Ambiente de London School of Economics (Escuela de Economía de Londres).

Los avances científicos sobre climatología también podrían establecer mejor los vínculos entre los daños causados por las empresas y su responsabilidad en el cambio climático.

Setzer advierte de que todavía no hay garantías de que alguno de estos casos tenga éxito. Pero cada uno de ellos hace que los riesgos medioambientales sean visibles.



Australia, un país pionero

Caroline Cox, directora jurídica del grupo minero angloaustraliano BHP, afirma que las demandas por daños presentadas contra empresas de combustibles fósiles no han tenido éxito hasta ahora porque ha sido difícil establecer, por ejemplo, que una sola empresa haya causado un daño concreto.

Pero cree que "la situación cambiará con el tiempo". Y una sentencia de un tribunal australiano podría hacer que esta tendencia llegara antes de lo que se cree. En febrero, el Tribunal de Tierras y Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia, no dio su consentimiento a la construcción de una mina de carbón señalando que el proyecto podía contribuir al cambio climático.

Cox reconoce que aunque el impacto ambiental no fue el factor determinante de la decisión, ésta se incluyó en el texto de la sentencia, y cree que los tribunales seguirán haciendo lo mismo en el futuro. "Esto plantea un punto importante para los abogados internos de las empresas, que habitualmente son conservadores y reacios al riesgo", señala James Thornton, fundador de ClientEarth, un estudio defensor del medio ambiente que ha obtenido una serie de victorias en toda Europa desde su creación en 2007.

"El papel del director jurídico es realmente clave porque puede oponerse a los cambios que una compañía necesita hacer o puede facilitar los cambios que una compañía debería querer hacer", añade Thornton. Por el momento, el número de abogados internos de empresas que están dispuestos a abandonar su función de asesoramiento convencional y adoptar una postura más activa es muy bajo.

Casi el 66% de los abogados que participaron en la encuesta holandesa dijo que su función a la hora de preparar a sus compañías para enfrentarse a los retos que supone el cambio climático era predominantemente de consulta y asesoría. Sólo el 7% afirmó que eran "pioneros" más que proactivos sobre el tema.

La cuestión es si la situación cambiará a medida que el clima se convierta en un tema prioritario para las empresas, ya que las demandas judiciales son sólo uno de los desafíos vinculados con el tema a los que se enfrentan. Por ejemplo, existe el riesgo físico de construir una central eléctrica en una planicie inundable o el de asegurar un edificio de oficinas en una zona de incendios forestales.

Luego está el llamado riesgo de transición, que consiste en hacer frente a la creciente presión pública para que las economías y las empresas reduzcan las emisiones de dióxido de carbono. Según el Instituto de Investigación Grantham, en 1997 sólo existían 72 leyes sobre el clima en todo el mundo.

Hoy, al menos, existen 1.500 y más de 100 han sido promulgadas desde 2016, año en que entró en vigor el Acuerdo de París. La lista podría aumentar a medida que los activistas, inversores y ciudadanos hagan más presión para que se cumpla dicho acuerdo debido a los alarmantes datos que demuestran que es necesario reducir las emisiones más rápidamente. Prueba de ello es que en las elecciones al Parlamento Europeo, celebradas el pasado mayo, los partidos verdes obtuvieron una cifra récord de escaños.

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