Economista de la OCDE y los retos para Chile: "Necesitará de mayores recursos públicos que van a tener que ir de la mano de una reforma que permita tener más recaudación"
De momento, la entidad no ve una recesión técnica en la segunda mitad de 2022, pero la experta, Paula Garda, afirma que el país tiene "dos retos que tiene que empezar a encaminar desde ahora: "el bajo crecimiento de largo plazo y las altas desigualdades”.
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Con preocupación está mirando por estos días la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) el bajo crecimiento que le espera a Chile en los próximos años. La entidad proyecta que este año el PIB local crezca un 12%, para moderarse a 3,5% en 2022 y a 2% en 2023.
Paula Garda, economista de la entidad para Chile, advierte que ven esta desaceleración como un retorno a tendencias prepandemia y precrisis social: "Las de bajo crecimiento y altas desigualdades", alertó.
- ¿Ven riesgo de una recesión técnica? Se ha planteado esa posibilidad para la segunda mitad de 2022.
- Todavía no vemos esa posibilidad. Hay una desaceleración muy, muy, muy fuerte, porque básicamente ese 3,5% es como el carry on, como creció tanto la economía durante este año ese crecimiento se traslada un poco hacia el año que viene. Pero no vemos todavía una recesión técnica, o sea, crecimientos negativos trimestre por trimestre.
- La nota de Chile dice que "el principal reto de las políticas macroeconómicas será evitar el sobrecalentamiento de la economía". ¿Las medidas actuales van en la dirección adecuada?
- Sí, definitivamente el Banco Central está haciendo muy bien su trabajo. Y la política fiscal, el Presupuesto 2022 que se aprobó recientemente, van todos en esa dirección, para evitar ese sobrecalentamiento. Definitivamente hay riesgos, donde vemos con más preocupación que eso puede pasar si sucediera un cuarto retiro de fondos extraordinarios de pensiones. En ese caso, claramente eso implicaría más presiones inflacionarias.
- Ustedes plantean que hacia comienzos del 2023 la inflación convergería al objetivo de 3%. ¿Esto considera un eventual cuarto retiro?
- Hoy día lo consideramos una probabilidad relativamente baja, no está incluido en las proyecciones.
Más ingresos para gasto social
Garda afirma que Chile tiene dos retos que tiene que empezar a encaminar desde ahora. "Uno es el bajo crecimiento de largo plazo y el otro es el de las altas desigualdades". Precisa que ve desafíos de "larga data" en varios ámbitos, como educación, acceso a salud, pensiones o participación de la mujer en el mercado laboral. Y recalca que "todo esto probablemente va a necesitar de mayores recursos públicos que van a tener que ir de la mano sí o sí con mayores impuestos, o sea, con una reforma que permita tener más recaudación".
Precisa, eso sí, que estas reformas también deben tener como norte incrementar el crecimiento, mejorar la competencia, la innovación, la logística, las infraestructuras digitales y de transporte. "Se necesita reformar el sistema para redistribuir mejor y disminuir las desigualdades", asegura la economista, pero detalla que "cómo se redistribuye es una elección que necesita de mucho consenso dentro del país".
"No estamos diciendo que hagan las reformas y listo. Sabemos que son reformas muy complicadas que requieren de un consenso muy amplio, pero tal vez sea el momento, luego de una gran pandemia, con muchas cicatrices para ponerlas, discutirlas y debatirlas", sugiere.
- ¿Es la reforma tributaria la más urgente para poder llevar a cabo todo este paquete de reformas necesario para disminuir las desigualdades?
- Definitivamente tienen que ir de la mano, porque uno no puede pensar en incrementar gastos con recursos que no son permanentes. Por otro lado, uno tiene que mantener la sustentabilidad de las finanzas públicas, para mantener un riesgo crediticio bueno que permita tasas de interés y financiarse también con tasas de interés más bajas.
- ¿Cuáles deben ser los ejes de esta reforma? ¿La propuesta de Gabriel Boric de recaudar 8 puntos del PIB en seis a ocho años va en la línea correcta o es muy ambiciosa?
- Esas son discusiones que se tienen que dar dentro de un país. Uno no aumenta los impuestos porque quiere, tiene que haber una reforma completa. Todos los impuestos que uno pone generan distorsiones e incentivos. Y cada uno hay que estudiarlo con mucha profundidad para que no tenga efectos indeseados. Uno no quisiera subir los impuestos y que no haya más inversión, porque entonces no hay crecimiento. Se tiene que hacer bajo un consenso generalizado de una visión de país justa, que los chilenos valoran que es la correcta.
- La idea original de José Antonio Kast, de reducir impuestos, ¿va en contra de lo que ustedes recomiendan?
- Definitivamente lo que estamos recomendando en la nota es incrementar los recursos. Chile tiene una estructura de impuestos un poco desbalanceada. Respecto a los otros países de la OCDE, Chile se basa muchísimo más en los impuestos corporativos y menos en el impuesto a la renta de las personas físicas, y siempre hemos recomendado que sería bueno rebalancear, es decir, bajar un poco los impuestos corporativos pero subir el impuesto a la renta de las personas físicas y utilizarlo más como herramienta redistributiva.
Esto lo seguimos recomendando, pero al mismo tiempo estamos recomendando aumentar la recaudación. No es solamente bajar un lado, subir el otro y hacerlo neutral. Hay mucho margen para revisar todas las exenciones, no por eliminarlas, sino por revisar cuáles son eficientes y cuáles no, en el sentido de que todas las exenciones te rebajan la recaudación fiscal mientras que generan distorsiones de incentivos.
- ¿Qué análisis hacen sobre el rol que va a jugar el futuro Congreso en esto?
- Es un Congreso muy fragmentado y el análisis es que tal vez sea muy difícil hacer reformas "extremas", digámoslo así. Pero las reformas que estamos proponiendo no creemos que sean muy extremas. Claramente se necesita un consenso, eso se necesita elaborar y lleva tiempo. Y de eso es lo que estamos un poco preocupados en general en América Latina, que se está dando esta polarización, fragmentación política, que tal vez hacen los consensos un poco más complicados.
- Ustedes estiman que la consolidación reducirá el déficit fiscal estructural al 3,9% en 2022 y en un 1% al año a partir de 2023, estabilizando la deuda pública en torno al 40% del PIB. ¿Cuánto influirán los planes fiscales del nuevo gobierno en este panorama?
- Eso va a depender mucho de lo que plantean los programas, cómo planteen las reformas que planteen. Todo incremento de gasto en cualquier área que se plantee, tiene que venir junto con mayores ingresos permanentes, de forma de, precisamente, asegurar este tipo de convergencias y estabilidad de la deuda pública. Luego, cómo se haga, por supuesto depende mucho en el detalle y siempre hay riesgos en el sentido de que hay pequeñas cositas que pueden no funcionar. Pero depende de lo bien planteado que estén los planes.