Chile es el tercer país con mayor cobertura de factura electrónica en la región
A 2017 la penetración superaba el 80% de los declarantes del IVA. Reporte también da cuenta del impacto del mecanismo en los ingresos tributarios.
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El debate del proyecto de modernización tributaria está cruzado en estos momentos por la distintas visiones sobre la capacidad recaudatoria de la boleta electrónica. Según el Ministerio de Hacienda, la puesta en marcha de ese mecanismo -que implicará que la emisión de los documentos se digitalizará íntegramente- aportará más de US$ 1.100 millones en régimen a las arcas fiscales, lo que ha sido puesto en duda por la oposición.
El gobierno usa como argumento la experiencia que significó la introducción de la factura electrónica de forma gradual en 2014, la que redujo en más de US$ 1.700 millones la evasión del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a 2017.
La factura electrónica es un documento digital legalmente válido como medio de respaldo de las operaciones comerciales entre los contribuyentes. Por lo tanto, este reemplaza a la figura tradicional de papel.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) pone en perspectiva el impacto de la facturación electrónica en Chile y la región. Acorde con el reporte, titulado “Evidencia del Impacto de la Facturación Electrónica en América Latina”, el país tiene la tercera cobertura más alta de este tipo de documentación en la región, alcanzando a 2017 más del 80% de los pagadores de IVA que emiten dicho documento.
La cifra está por debajo del 100% que exhiben México y Argentina. Chile empata en la tercera posición con Brasil, mientras que supera a Perú, Uruguay y Ecuador en la zona (ver gráfico). “Una vez que las administraciones tributarias comenzaron a implementar la facturación electrónica, el número de contribuyentes que se unieron al sistema se incrementaron significativamente”. señala el reporte.
El análisis del CIAT y el BID también dio cuenta del impacto de la facturación digital en cuatro países: así, en Argentina, Ecuador y México aumentaron los ingresos tributarios como porcentaje del PIB que provienen del IVA, mientras que cayeron en Uruguay (ver tabla).
“Sin embargo, esto no significa que la implementación de la factura electrónica haya sido positiva o negativa. Los períodos de intervención son tan amplios que cualquier otro factor importante para los ingresos tributarios podría haber cambiado en el mismo período”, consigna el informe.
Efectos del mecanismo
El estudio da cuenta de que en el caso de Chile, uno de los impactos positivo de la facturación fue el impulso a la industria del factoring electrónico, ante la mayor seguridad y rapidez en la realización de las transacción en comparación con el papel. En los últimos cuatro años, el factoring ha crecido en promedio un 50% y con montos que rozan el 10% del PIB.
“Las PYME quieren proactividad, buscan facilidad de uso y que las transacciones sean inmediatas, con mayor eficiencia”, dice Juan Miguel Tirado, director regional de Marketing de Gosocket, empresa dedicada a la migración hacia facturación electrónica.