Ignacio Achurra, integrante de la Convención constitucional: “La nueva Constitución debe dar cuenta de los cambios profundos que Chile ha sufrido”
Uno de los coordinadores de la comisión de Sistemas de Conocimiento e Innovación destaca la necesidad de llegar a garantizar derechos culturales y participación.
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El actor y profesor universitario Ignacio Achurra (Convergencia Social) es uno de los coordinadores de la comisión de Sistemas de Conocimiento e Innovación de la Convención Constitucional, instancia que califica como “del futuro” debido a que cree que el debate debe anticiparse a los problemas.
La comisión, se explaya, plantea desde ya un desafío: cómo pensar el Chile de la sociedad digital y del conocimiento. Y desde este punto proponer una piedra angular para otro modelo de desarrollo, incluso cuestionar la idea de desarrollo, buscar un modelo de progreso que respeta las comunidades, territorios y que se siente sobre la base del conocimiento.
Lo anterior, entendiendo además que “la Constitución de 1980 está hecha desde y para un mundo análogo”.
- ¿Cómo establecer la relevancia de la ciencia e innovación en la nueva Constitución?
- Vamos a hacer un doble abordaje del problema: primero, debemos ser capaces de garantizar ciertos derechos, los culturales, a participar en el desarrollo de los conocimientos, a la investigación. Y también debemos garantizar ciertas libertades, como la de investigación, creación, etc. Pero no basta con eso, tenemos que ser capaces de sumarle a ese aspecto dogmático de principios y derechos una perspectiva orgánica (...) cómo dotamos de una estructura orgánica para que luego mediante proyectos de ley se puedan materializar estos derechos.
Uno de los grandes riesgos del proceso en términos generales, y particularmente en esta comisión, es crear un fantástico catálogo de derechos y principios que no son aplicables a la realidad.
- También abordarán los nuevos derechos, como los digitales…
- A eso le sumaría los derechos a la comunicación y a la información. Estamos transitando a pasos agigantados a ser una sociedad digital y uno puede preguntarse si es aplicable el derecho a la participación cultural hoy sin el derecho a la conectividad, es decir, cuánto de nuestro espacio de interacción y de producción cultural ocurre hoy en soportes digitales (...) Y esa es una de las preguntas que hoy se hacen en distintas partes del mundo ¿El derecho a internet es fundamental y te permite garantizar otros derechos?
Un clásico problema en nuestra actual Constitución tiene que ver con el respeto a la privacidad. Pero hoy tenemos que ir mucho más lejos, hoy la comunicación te permite acceder a información clave para el ejercicio de la democracia (...) Y ahí tenemos que cuestionarnos qué pasa con bienes comunes como el espectro radioeléctrico, en cómo el Estado distribuye el avisaje y con eso potencia o condena a la muerte a ciertos medios, qué pasa con la descentralización de la información.
La protección de los datos es otro gran desafío. Hoy sabemos que el gran valor y capital de las grandes empresas tecnológicas son los millones de datos que manejan y que son capaces de predecir comportamientos sociales, eso debe estar protegido.
- ¿Cómo manejar las altas expectativas de la gente en el proceso constituyente?
- Las constituciones no hacen magia. Sabemos que puedes redactar una Constitución fantástica, pero si eso después no se materializa en cuerpos legales que se adaptan a ella y, una voluntad política de generar políticas públicas que puedan materializar esos derechos, la Constitución puede quedar como un fantástico enunciado, pero no como una herramienta de transformación social.
Sin embargo, tengo una gran esperanza en este proceso por varias razones: porque creo que la Constitución más que venir a refundar un nuevo Chile, debe dar cuenta de los cambios profundos que Chile ha sufrido en estas décadas más allá de la evaluación ideológica que uno pueda tener, esa es una Constitución que responde a otro estado de las cosas.
- ¿Cómo qué por ejemplo?
- Estamos en un momento de acumulación social que exige que nosotros tengamos una nueva distribución del poder en el país.
Esta sobre concentración de atribución en el Poder Ejecutivo y está sobre concentración en la Región Metropolitana y en las capitales regionales ya no aguanta más. Hoy hay una mirada que exige que las comunidades y regiones puedan hacerse parte activa en la toma de decisiones de lo que les afecta en el día a día. Y en la Constitución tenemos que generar los espacios y herramientas para que eso se materialice.
- ¿Cómo evalúa el trabajo al interior de la Convención?
- La Convención está avanzando muy bien, hay un compromiso tremendo, la tarea es titánica y la estamos abordando con responsabilidad republicana. Celebro que ciertos sectores de la derecha se hayan desmarcado definitivamente de algunos grupos que nunca han creído en este proceso y entraron para ponerle piedras en el camino, pero son los menos. Hay un sector mayoritario de la derecha que está por dialogar y entender que si ellos se marginan quedan fuera de la discusión.