Las finanzas del Mundial: así gana dinero la FIFA
Los derechos de televisión y márketing, la venta de licencias para el "merchandising" y las entradas sostienen el negocio del rector del fútbol, que batirá récords de facturación.
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Servilletas, platos, mochilas, réplicas del trofeo del Mundial, calcetines, pulseras, peluches, botellas, toallas, libros, juguetes de niños. La FIFA ha desplegado un amplio catálogo de productos oficiales del Mundial de Qatar junto a los tradicionales balones, las coloridas bufandas, los cuadros firmados por leyendas del deporte o las poleras oficiales también firmadas y de edición limitada, como la de Messi por 1.560 euros.
El ente y rector del fútbol a nivel internacional no ha dejado de engrosar el catálogo de artículos bajo su licencia de forma que el número de artículos del denominado merchandising oficial se puede duplicar durante un Mundial.
El problema es que si el surtido es amplio, casi lo es más la gama de imitaciones que se venden en el mercado no oficial, como pasa ahora en el popular zoco de Doha, donde la réplica de una camiseta puede comprarse por 10 euros, frente a los 90 euros de la web de FIFA. Son falsificaciones que el ente persigue con dureza porque amenazan una de las joyas de su negocio, especialmente en un Mundial, considerado como la plataforma internacional de mercadotecnia más efectiva, ya que llega a miles de millones de personas en más de 200 países de todo el mundo.
Es el evento deportivo más lucrativo del planeta, eclipsando incluso a los Juegos Olímpicos, en un impacto que incluso se amplificará este año por su cercanía a las fechas navideñas y el Black Friday, cuando tiende a incrementarse el consumo.
Sus explicaciones
"Invertir tiempo y recursos en proteger las marcas reviste especial relevancia para la FIFA, que debe garantizarse las fuentes de ingresos", aseguran desde la organización. La marca del torneo suele incluir el emblema, la imagen y la mascota oficiales. También puede abarcar un eslogan y un cartel propio y de las ciudades anfitrionas. "Desde los preparativos hasta el momento culminante de la final, cuando el equipo ganador levanta el trofeo, el campeonato necesita una marca emblemática que refleje la esencia del evento y del país anfitrión y además propicie vínculos afectivos con los aficionados de todo el mundo", agregan.
¿Cómo cambió el escenario de las apuestas tras la primera semana del Mundial?
El filón de este Mundial queda patente en las cifras. La FIFA cerrará el ciclo 2018-2022, es decir, tras el Mundial, con unos ingresos de 7.500 millones de dólares (7.200 millones de euros), lo que supone unos 1.500 millones más de lo previsto inicialmente, 1.000 millones más que en Rusia 2018 y todo un récord en sus cuentas. De cara al periodo 2022-2026, prevé acariciar los 10.000 millones de dólares gracias a su estrategia financiera para explotar el fútbol femenino y la celebración del próximo Mundial en Estados Unidos, Canadá y México.
La organización aún no ha detallado el reparto de la facturación en el ciclo de Qatar, pero se asemejará al de ciclos anteriores, en los que los llamados derechos de licencia se alzan como la tercera fuente de financiación con entre el 10% y el 15% de los ingresos totales. Entre 2018 y 2022 rondará los 700 millones, según las estimaciones iniciales, un 13% por encima del periodo anterior al calor del aumento de ventas online y activaciones en los juegos, donde las cuentas sentirán, sin embargo, el impacto de la ruptura con EA Sports.
El resto de ingresos procede de dos fuentes principales. La primera son los derechos de televisión, que suponen más de la mitad del negocio, especialmente en esta Copa por coincidir con un periodo de alto consumo, lo que repercute en la publicidad televisiva. Los derechos de márketing es la segunda vía de ingresos más relevante, con cerca de un 25% del total gracias a los cuatro niveles de patrocinio del Mundial: socios de la FIFA (en Qatar son siete), patrocinadores de la Copa (otros siete este año) y los sponsor regionales y los nacionales, que son ahora cinco.
El resto lo completan otros ingresos del rector, como hospitality y la venta de entradas, que apenas supone el 3%. En el capítulo de "otros" se incluye en el actual ciclo también la indemnización de 200 millones abonados por el Departamento de Justicia de los EEUU por las pérdidas sufridas por la Concacaf, la Conmebol y la propia FIFA como resultado de varias décadas de tramas de corrupción en el fútbol. La suma fue sustraída de las cuentas bancarias de los exfuncionarios involucrados en esos procesos.