Sarkozy y Merkel se reunirán para analizar soluciones para la crisis
Los líderes de Francia y Alemania buscan que sus parlamentos aprueben medidas para fortalecer fondo de rescate.
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Los líderes europeos están acelerando los esfuerzos para intentar contener la crisis de deuda soberana que amenaza ahora a todo el bloque. Ayer, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, acordó reunirse el martes con la canciller alemana, Angela Merkel, para analizar una reforma a la gobernanza de la zona euro.
Ambos líderes han hecho llamados a sus respectivos parlamentos para que aprueben medidas a fines de septiembre para fortalecer el fondo de rescate de la eurozona. También han respaldado el rol del Banco Central Europeo (BCE) en determinar cuándo es necesaria la compra de los bonos para detener el contagio.
Según el portavoz del gobierno alemán, Christoph Steegmans, de la reunión también deberían salir propuestas concretas al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, para reforzar la situación en la eurozona.
Por otra parte, Italia -una de las economías que está recibiendo, junto a España, ayuda del BCE con la compra de bonos- incluiría en su Constitución un límite de deuda y el equilibrio presupuestario, según lo explicó el ministro de Economía, Giulio Tremonti, aunque recalcó que la modificación será un proceso “largo y difícil”.
El gobierno también está impulsando una serie de reformas para impulsar el crecimiento, entre las que se encuentra la “plena liberalización de los servicios públicos locales y de los servicios profesionales”. A eso se suma además la privatización a gran escala de los servicios locales. La idea, señaló Tremonti, es que Italia pueda eliminar su déficit en 2013 y no en 2014.
Rescate a Chipre
Ante la rebaja en la calificación en la nota de Chipre por parte de Fitch, la Unión Europea negó que haya conversaciones o un borrador para un plan de ayuda al país.
“La economía chipriota está sana en sus fundamentos. Hay que tomar ciertas decisiones sobre las reformas. No se discute sobre un plan de ayuda a ningún nivel”, comentó un portavoz de la organización.
Por otro lado, el Banco Nacional de Suiza podría aliviar adicionalmente la política monetaria sin tener que recurrir a intervenciones de monedas para contrarrestar un repunte del franco frente al euro de 40% desde 2008. Analistas han dicho que el banco podría inclinarse por la imposición de tasas de interés negativas que obligarían a los bancos a cobrar a sus clientes por guardar su dinero, algo que Suiza vio por última vez en la década de los ‘70 y que ha sido usado recientemente por Japón. El salto del franco suizo está golpeando a los exportadores y aumentando la preocupación de que genere una nueva recesión, lo que llevó al banco central a recortar sus tasas a virtualmente cero.