Oposición afina estrategia en pensiones: habría consenso en proponer PGU diferenciada
La derecha apunta a llegar con una propuesta única previa a la votación en particular en comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados que comenzará el 4 de julio.
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El reloj sigue corriendo, mientras el oficialismo y la oposición despliegan sus estrategias para destrabar la reforma de pensiones, tras 10 años de intentos fallidos en distintos gobiernos.
Si bien las posiciones entre La Moneda y algunos sectores del Congreso siguen alejadas, en ambos sectores políticos esperan que la reforma -independiente de los cambios que se le pueda hacer durante su tramitación- finalmente vea la luz durante este período.
En este escenario, tanto los sectores de Gobierno como la derecha buscan anotarse el punto político al lograr hacer cambios al sistema previsional.
Chile Vamos apunta hacia una PGU indexada a los años de cotización que dé un mayor premio a aquellas personas que ahorraron más. Hay otros sectores que focalizan por grupos, como las mujeres.
Por una parte, el Gobierno es consciente que la reforma tal y como está diseñada no cuenta con los votos necesarios para ser aprobada en el Parlamento y correría la misma suerte que tuvo en marzo la reforma tributaria, cuando fue rechazada. De ahí que el Ejecutivo, encabezado por la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, se ha embarcado en una seguidilla de conversaciones con distintos parlamentarios para alcanzar un consenso previsional.
En tanto, la oposición mantiene en suspenso su propuesta. Esto, según confirmaron fuentes de ese sector, ya que están a la espera de concretar una negociación entre los partidos para llegar con una alternativa consensuada (idealmente incluyendo a Republicanos y el PdG) y que sea más maciza para discutir con el oficialismo.
Las cartas de la derecha en la PGU
No obstante, algunos parlamentarios de la oposición revelaron a DF que ya habría consenso en ciertas materias y que lo óptimo en el sector es llegar con una propuesta antes de que la reforma comience a votarse en particular en la comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara Baja, lo que ocurrirá a partir del 4 de julio.
Uno de los puntos que generan acuerdo en la derecha es apuntar a una Pensión Garantizada Universal (PGU) focalizada, vale decir, diferenciada por grupos.
Algunos miembros de la oposición creen que la PGU debiese estar indexada a los años de cotización, es decir, estableciendo un monto de dinero para quienes cotizaron por cierta cantidad de años y un aporte más alto para aquellos (as) que ahorraron por más tiempo.
En Renovación Nacional, se estudia proponer una PGU mayor a $ 250 mil para aquellas personas que han cotizado durante la mayor parte de su vida laboral.
Mientras que en la UDI apuntan a que debiese elevarse la PGU con un foco especial en mujeres y en personas con dependencia severa, tal como lo propone Libertad y Desarrollo (LyD), centro de estudios ligado a la derecha.
En ambas alas de la oposición existe acuerdo de que, más allá de apuntar a un grupo más universal o con foco en mujeres, debería existir bajo mecanismos que permitan otorgarle un “premio” a la cotización e incentivarla en el futuro, de manera de recompensar el ahorro y no afectar el mercado laboral.
Desde LyD están sociabilizando su propuesta en una ronda con los partidos de oposición.
Entrampados en solidaridad
Aunque al interior de Chile Vamos existe acuerdo sobre la focalización de la PGU y los temas ligados a reorganización de la industria, en los partidos del conglomerado hay diferencias respecto de la cotización adicional del 6% que propone el Ejecutivo.
En este tema en particular, la UDI estaría con una posición más dura respecto a que todo el 6% de cotización adicional deba ir a cuentas individuales, mientras que en RN se han mostrado abiertos a ceder parte de ese porcentaje siempre y cuando sea una proporción menor la que se destine a solidaridad.
El viernes, la ministra Jara manifestó que “es relevante que se puedan subir las pensiones de los actuales jubilados, que se puedan eliminar las diferencias que hay en las tasas de mortalidad y que perjudican a las mujeres; y que se reconozcan las lagunas previsionales que se producen en ellas por labores de cuidado y la maternidad. Hay que ponerse bien de acuerdo en cuál de esos vamos a persistir y en cuál eventualmente no habría espacio de acuerdo, pero el resultado es lo que importa, más que el mecanismo”, sentenció.