LAS HISTORIAS DE DOS CHILENOS DE COCHRANE A LOS QUE EL APAGÓN 2G NO DEJÓ ATRÁS
Mientras las redes 2G se desconectan progresivamente en el país, son muchos los chilenos que no conocen otra forma de conexión. Entel está desarrollando un plan para que ellos no queden fuera del mundo digital, y aquí dos de los ciudadanos beneficiados en la Patagonia cuentan cómo viven este proceso.
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Aunque representan menos del 1% de las conexiones de celulares, las líneas 2G todavía son el único medio que tienen personas en todo el país, principalmente mayores de 60 años que residen en sectores remotos, para comunicarse. Apagar estas redes es un proceso que ya está en curso, y hacerlo sin considerar las necesidades de esos chilenos no ha sido una posibilidad.
Ubicada a más de 2 mil kilómetros al sur de Santiago, la ciudad de Cochrane tiene 3.490 habitantes. Uno de ellos es Benedicto Aguirre, quien vive en el sector Esmeralda, en la zona rural de esa localidad. Ahí trabaja la tierra: ordeñar, preocuparse de los animales y cuidar de su invernadero son parte de la rutina diaria de este adulto mayor que cuenta que lo que más ama de su entorno son los árboles, los terrenos, las aguas y la tranquilidad.
Vive solo con su esposa, mientras sus hijos partieron al área urbana de la ciudad. “Me comunico con ellos cuando ellos llaman”, cuenta, y lo hace usando un “teléfono chiquitito”, porque no sabe manejar celulares más complejos. “Yo soy más antiguo, no me conecto en esos teléfonos de ahora”, dice. El problema, reconoce, es que no hacerlo lo dejaría incomunicado.
“Si mi señora se enfermara y yo tuviera un teléfono moderno, no sabría usarlo, no sabría llamar, no sabría qué hacer. En ese momento me sentiría solo”, explica.
En la ciudad de Cochrane está también la señora Irene Oyarzo, otra adulta mayor. Vive sola, aunque su hija habita en una residencial justo al frente de su casa, pero ella es completamente independiente: “Hago mi vida y, gracias a mi diosito, puedo hacer mis cosas”.
Sus nietos y bisnietos viven en Viña del Mar y ella los llama por teléfono desde su celular de prepago, aunque ellos le cortan y le devuelven la llamada para que no use sus minutos. “Me cantan canciones por teléfono, las canciones que a ellos les gustan”, cuenta.
“No sé manejar teléfonos y yo creo que nunca voy a aprender, porque no me gusta. No me gusta estar poniendo monos ni ninguna cosa”, afirma.
Aislamiento digital
Irene y Benedicto son parte de las personas beneficiadas por un programa de Entel que ya ha recorrido más de 130 comunas de las zonas norte, centro y sur del país entregando gratuitamente miles de equipos que les permitirán a los usuarios mantenerse conectados y no ver afectadas sus rutinas cuando se produzca el cambio. La iniciativa incluye enseñarles a usar los teléfonos, y a estos dos habitantes de Cochrane les entregó celulares “de conchita”, con números grandes y sencillos de utilizar.
Pero no solo eso: Irene y Benedicto son también los protagonistas de un corto documental de la serie Vision 2045, que recoge iniciativas en todo el mundo que se enmarcan en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Bajo el título “No one is left behind” (nadie se queda atrás), el relato muestra cómo estos dos adultos mayores aprenden a utilizar sus nuevos teléfonos y continúan conectados con sus familias que están lejos.
Que personas como ellos “sean ciudadanos digitales en toda su potencialidad” es el objetivo detrás de la iniciativa, detalla en el documental Francisca Florenzano, gerente de Sostenibilidad y Comunicaciones de Entel.
“Hoy en día la inclusión de las personas mayores tiene que ver con que nadie se quede atrás en el espacio digital, de poder ser ciudadanos que tienen un rol importante que jugar en ese espacio, de ser protagonistas de esta sociedad 5.0 en donde confluye, por un lado, lo mejor de la tecnología, de los avances, de todo lo que estamos viendo que nos cambia día a día, pero a la vez siempre puesto a disposición del ser humano, y que eso no se nos olvide nunca”,
afirma la ejecutiva de la empresa de telecomunicaciones.
Sumando conectividad
“Las historias de conexión y las historias de acceso a tecnología son infinitas, y cuando uno las va conociendo y aprendiendo se da cuenta de cómo les transforma la vida a esas personas, a esas comunidades que realmente se transforman con una pequeña dosis de conectividad o con un aspecto tecnológico adicional que les permite mejorar”, explica en el documental “No one left behind” Antonio Buchi, gerente general de Entel. El ejecutivo detalla que, además de la iniciativa que apoya a las personas en localidades donde se apagará la red 2G, la compañía ha hecho un upgrade desde la tecnología 3G a la 4G en alrededor de mil comunidades para aumentar la capacidad y la calidad de conexión a internet móvil que sus habitantes tienen disponible.
Además, afirma que la cobertura de 5G sigue avanzando a lugares remotos del país, por ejemplo, a Rapa Nui, la Antártida y otras zonas alejadas.
“Eso es lo que nos mueve y nos moviliza permanentemente. Somos una empresa, tenemos un rol de rentabilidad y utilidades, pero antes que nada está nuestro propósito que es cambiarle la vida a las personas a través de la tecnología”, concluye Buchi en el documental, disponible en https://informacioncorporativa.entel.cl/.