El presidente del Banco Mundial, el
estadounidense Robert Zoellick, afirmó hoy que "es improbable que se
pueda romper el nexo entre los elevados precios de la energía y de
los alimentos" en un futuro cercano, en un artículo publicado hoy en
el diario mexicano Reforma.
Zoellick señala que ese vínculo "se intensificará con el cambio
climático a nivel mundial", y además sugiere un plan de diez medidas
para enfrentar la crisis alimentaria en el mundo.
El ex subsecretario de Estado de EE.UU. durante la administración
de George W. Bush señala que el siglo XXI ha estrenado una "crisis
de alimentos por petróleo" que "fue provocada por el hombre", no
derivó de catástrofes naturales.
Reconoce asimismo que en el momento actual de inflación
generalizada hacen falta "medidas bien coordinadas en el ámbito de
las políticas que deben ser respaldadas por recursos para superar
esta situación".
Entre sus propuestas, el presidente del Banco Mundial (BM)
sugiere a Estados Unidos y la Unión Europea "tomar medidas para
reducir los subsidios, exigencias y aranceles sobre los
biocombustibles producidos a partir del maíz y de semillas
oleaginosas".
Zoellick también sugiere a los países reunidos estos días en la
cumbre convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) para afrontar el alto precio de
los alimentos, "financiar completamente las necesidades de
emergencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA)".
Además plantea la conveniencia de apoyar a las redes de
protección social, aumentar la disponibilidad de productos agrícolas
y el gasto en investigación en este sector, así como la inversión en
materia agroindustrial.
"Necesitamos semillas y fertilizantes para la temporada de
cultivo, especialmente para los pequeños agricultores de países
pobres", agrega el presidente del Banco Mundial.
Otras medidas que sugiere el alto funcionario internacional son
"crear instrumentos innovadores de gestión del riesgo y seguro de
las cosechas para pequeños agricultores" y "eliminar las
prohibiciones de exportación que han provocado un aumento aún mayor
de los precios mundiales".
Para Zoellick sería conveniente también que haya "una mayor
acción colectiva para encarar los riesgos mundiales" en materia de
energía, alimentación y agua, y llegar a un acuerdo con respecto a
la Ronda de Doha en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Esto último permitiría "eliminar las distorsiones que producen
los subsidios y los aranceles sobre los productos agrícolas y crear
un sistema mundial de comercio de alimentos más adaptable, eficiente
y equitativo", agrega Zoellick.
"La necesidad de establecer reglas convenidas multilateralmente
es más urgente que nunca", señala.
En el ámbito energético pide "encontrar formas de avanzar hacia
los productos celulósicos de segunda generación", aquellos cuya
utilización como biocombustibles no afecta a la producción de
alimentos.