Transportistas de granos siguieron
hoy con el bloqueo de rutas en seis provincias de Argentina para
exigir una solución al conflicto entre el Gobierno y el campo, con
lo que se agudizó la escasez de combustibles y se redujo la oferta
de alimentos.
El desabastecimiento de combustibles, del que también se culpa a
las petroleras, afecta tanto al interior del país como a servicios
de autobuses en los suburbios de Buenos Aires, señalaron fuentes
empresariales.
Además, se teme por un desabastecimiento de alimentos en momentos
en que sectores del comercio minorista calculan que la oferta de
productos básicos disminuyó en un 30%.
Los transportistas reclaman por el lucro cesante que les causó la
larga huelga comercial del sector agropecuario, levantada el lunes,
y por una merma en la comercialización de granos que responde a
presiones de los agricultores irritados por la presión del Fisco.
Las protestas de los transportistas, que comenzaron hace una
semana, han creado un clima de tensión e incidentes, entre ellos el
ataque a balazos a un convoy de camiones cometido en la noche del
martes y que no causó heridos.
Las asociaciones agrarias, que reúnen a unos 290.000 productores
de todo tamaño, se mantienen "en estado de alerta y movilización" en
rechazo al sistema de impuestos móviles que rige desde hace tres
meses y desató el conflicto, al aumentar la presión del Fisco sobre
las exportaciones de granos.
Piquetes de pequeños productores siguen protestando a la vera de
carreteras, en medio de la alarma de los empresarios por el impacto
que estas protestas han tenido en las economías regionales.
Dirigentes de la Confederación Argentina del Transporte Automotor
de Cargas (CATAC) dijeron hoy que no han organizado la protesta de
los llamados "camiones cerealeros", pero la justificaron en vista de
las penurias económicas sufridas por 160.000 afiliados a ese gremio.
La reacción de los transportistas "es un hecho lamentable", se
quejó el vicepresidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti.
"Debería quedar claro la diferencia de método" entre la protesta
de los camioneros y la de las asociaciones agrarias "que se
mantienen movilizadas a la espera de poder dialogar", apuntó a la
emisora Radio 10.
El presidente de la CATAC, Rubén Agugliaro, dijo que hay unos 200
piquetes que mantienen bloqueado el paso de camiones en rutas de las
provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa y Santa Fe, las
mayores productoras de alimentos del país, y de las de Entre Ríos y
Chaco.
Los bloqueos mantienen parados a cientos de camiones en Entre
Ríos, al este del país, que junto con las provincias de Santa Fe y
Córdoba abarca a una red vial clave para el transporte de mercancías
en el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Además, demoran el paso de automóviles y autobuses, cuyos
empresarios se han quejado de que las ventas de boletos han caído un
40 por ciento en los más de tres meses que lleva el conflicto entre
el Gobierno y el campo.
A raíz de la escasez de gasóleo, una empresa de autobuses
paralizó hoy a la mitad de su flotilla de 300 vehículos, con lo tuvo
que suspender a otros tantos chóferes y se afectó a unos 200.000
usuarios del servicio en los suburbios de Buenos Aires.
Fuentes de la anglo-holandesa Shell, que abastece a esa y otras
compañías de autobuses, dijeron que la producción de gasóleo de la
firma se redujo a raíz de una huelga de trabajadores petroleros del
sur del país el mes pasado.
Pero dirigentes de asociaciones de gasolineras que desde hace
meses se quejan de la escasez de combustibles afirmaron que, además
de los problemas que causa el bloqueo de carreteras, hay una disputa
entre las petroleras por los precios del crudo en el mercado local,
que están regulados.
El Gobierno fijó un precio doméstico de US$ 42 por barril de
crudo, pero la estadounidense Chevron y la anglo-argentina Pan
American Energy quieren cobrar US$ 47 a las refinerías de Shell
e YPF, subsidiaria de la hispano-argentina Repsol YPF, dijo la
presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles, Rosario
Sica.
Mientras, portavoces del comercio minorista calcularon que cayó
un 30% en promedio el abastecimiento de productos de la
canasta alimentaria básica.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, reiteró hoy que las
autoridades están dispuestas a dialogar con el campo "como con todos
los sectores".
Sin embargo, subrayó que se evitará que "se quiera imponer una
decisión a un Gobierno elegido democráticamente", en referencia al
rechazo agrario al sistema de impuestos móviles a la exportación de
granos.