El Banco Central de Brasil anunció que no renovará la venta diaria de swaps cambiarios a partir del 31 de marzo, con lo que recortó su apoyo al real que ha inflado los pasivos del gobierno. La autoridad se comprometió a hacer una reinversión completa del stock de US$ 114 mil millones de estos instrumentos, según un comunicado.
Alexandre Tombini, presidente del organismo, dio indicaciones en un testimonio ante la Comisión de Asuntos Económicos del Senado el martes de la intención de finalizar el programa.
"Entendemos que el stock de derivados de divisas que ofrece el banco central hasta el momento ya atiende de forma significativa la demanda de protección cambiaria de la economía", declaró.
Tombini señaló su intención de reinvertir totalmente los papeles a vencer. "Estamos en condiciones de renovar totalmente las operaciones con vencimiento en el corto y mediano plazo", dijo.
En el comunicado, Tombini se mostró cómodo con la reinversión de estos papeles por mucho tiempo, porque el stock de swaps cambiarios ayuda a reducir en alrededor de un tercio el costo de transporte de las reservas internacionales. "Podemos mantenernos por diez, 20 años en esta posición actual de swaps. No vamos a hacerlo, pero desde el punto de vista de la gestión de las reservas, tiene sentido mantener esa posición".
Reducir volatilidad
El programa de swaps fue introducido en 2013 como parte de un esfuerzo por limitar la volatilidad. Sin embargo, el instrumento no fue suficiente para evitar que el real se hundiera 26% en el último año hasta su nivel más bajo desde 2003.
El real ha sido la segundo moneda que más ha perdido valor en los últimos doce meses frente al dólar entre las 24 divisas emergentes monitoreadas por Bloomberg, siendo sólo superado por el derrumbe de 38% del rublo ruso. Esto ha impulsado los ingresos de las firmas locales.
Según Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs, los swaps se convirtieron en un pasivo fiscal. El cambio es "una acción muy bien recibida y un paso hacia adelante para facilitar el necesario ajuste macroeconómico", escribió el analista en una nota.
Una divisa sobrevaluada "dañó la competitividad de una serie de sectores transables en la economía y contribuyó a la significativa ampliación del déficit de cuenta corriente", explicó.
La intervención de las autoridades ya había sido reducida en los últimos años. En 2013, el banco central subastaba US$ 1.000 millones de préstamos en dólares cada viernes y ofrecía el equivalente a US$ 500 millones de swaps en monedas foráneas entre lunes y jueves.
El año pasado, el total semanal de swaps bajó a US$ 200 millones. En lo que va del año, el banco ha ofrecido sólo hasta US$ 100 millones diarios.
Invitación a Rousseff
En tanto, el gobierno del presidente de EEUU, Barack Obama, envió una invitación a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, para que visite Washington DC, en un paso diplomático que las autoridades de ambos países esperan que lleve a un período de mayor comercio entre las mayores potencias de América.
Luego de cancelar un viaje programado para octubre de 2013 tras enterarse de que estaba siendo espiada por la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, Rousseff volvió a recibir una invitación el 13 de marzo, según fuentes citadas por Reuters.
