El mexicano Alejandro Werner es desde 2013 el director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se ocupa principalmente de América Latina.
Doctor en Economía por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), trabajó como subsecretario de Hacienda y Crédito Público de México entre 2007 y 2010 y, posteriormente, como profesor en el IE Business School y responsable de banca de inversión en BBVA-Bancomer.
Recientemente visitó Madrid para participar en el Foro de Liderazgo del IE, donde habló con el diario español Expansión.
- ¿Hasta qué punto puede afectar a la economía global la desaceleración de América Latina?
- El impacto de la desaceleración de América Latina es limitado, al representar sólo entre el 7% y el 8% de la economía mundial.
La situación tampoco es crítica en lo que respecta a, por ejemplo, la exposición de activos financieros, como sí sucedió en la crisis de deuda los años '80. Esta desaceleración forma parte del ciclo económico normal.
Respecto a la parte sur del continente, lo que se está produciendo en países como Chile o Perú es un ajuste de precios después del boom de las materias primas. No obstante, es evidente que este enfriamiento está provocando preocupación en la región.
Por ejemplo, dos países donde hubo excesos de los mercados financieros como Venezuela y Argentina tienen expectactivas de contracción, y Brasil, la principal economía de la región, lleva varios años de crecimiento muy bajo.
- ¿Son sostenibles las finanzas de Venezuela con los actuales precios del petróleo?
- La situación venezolana ya era muy delicada con un precio de US$ 100 por barril.
Las finanzas públicas tienen un déficit de entre el 15% y el 17% del PIB, y el año pasado la inflación fue de alrededor de 70%.
Las exportaciones de petróleo representan el 30%, por lo que una caída del pecio del 40% implica una caída de doce puntos porcentuales del PIB.
Además, Venezuela ya no tiene acceso a financiación a unos precios razonables. Al no tener una manera de financiarse de modo gradual, todo el ajuste recae en el gasto público. Esto va a llevar probablemente a más escasez y más inflación.
Nuestra perspectiva es que este año el PIB venezolano caiga un 7%.
- ¿Qué opina de la situación en Argentina?
- Obviamente, la caída del precio de la soya -el principal producto exportado- y el conflicto de los cobros de la deuda pública con los holdouts -los fondos buitre-, han creado un entorno de los mercados internacionales difícil para Argentina. Pero, por otro lado, si comparamos la situación del país en este momento con las perspectivas que había hace un año, la situación ha mejorado.
Cuando el año pasado se produjo la devaluación del peso se perdieron muchas reservas y se pensaba que la balanza de pagos iba a sufrir graves problemas, pero eso no ha sucedido.
Gracias a los acuerdos de swaps (intercambios de divisas) que ha hecho el gobierno argentino con países como China y los controles de la cuenta corriente y la cuenta de capitales, claramente se ha evitado un deterioro mayor en las cuentas externas del país.
- ¿Cree que la nueva etapa de relaciones diplomáticas con Cuba puede suponer una era de grandes inversiones en la isla?
- La verdad es que no tenemos mucha información más allá de las noticias sobre la apertura diplomática, pero estamos siguiendo este proceso con interés.
Uno de los temas importantes que plantea la situación de Cuba es la alta dependencia que muchos países caribeños y centroamericanos tienen de las ventas petrolíferas subsidiadas de Venezuela.
Ahora que la situación venezolana se ha deteriorado, cabe plantearse qué pasará con esos países si esa financiación desaparece.
- En México hay cierta decepción con el gobierno de Peña Nieto. ¿Afectará esto a su economía?
- Es verdad que hay una cierta decepción con la situación económica porque en los primeros dos años del gobierno la economía creció por debajo de lo esperado. Las grandes expectativas todavía no se han cumplido.
No obstante, la recuperación de Estados Unidos y la corrección de factores domésticos como la construcción pueden facilitar que en 2015 México crezca por encima del 3%.
- Las principales potencias emergentes han creado organismos financieros como el Nuevo Banco de Desarrollo. ¿Cree que su objetivo es ser alternativa al FMI?
- La creación del banco de los BRIC responde al crecimiento de la importancia relativa de los países emergentes en la economía mundial.
Por lo que hemos visto de su diseño institucional, su objetivo es funcionar como mecanismos complementarios a las entidades multilaterales.
Son iniciativas parecidas a algunas con enfoque más regional como el Chiang Mai Initiative o el Fondo Latinoamericano de Reservas.