El mundo destina una tercera o una cuarta
parte de sus cosechas para producir etanol lo que ha tenido efectos
desastrosos en las economías de los países en desarrollo, dijo el ex
presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) Alan
Greenspan.
Al participar por medio de una videoconferencia desde Washington
en el foro de negocios Expomanagement, que se celebró durante tres
días en la capital mexicana, Greenspan señaló que la crisis
alimentaria en el mundo tiene diversas causas, entre estas los altos
precios del petróleo.
También, dijo, está el aumento de la demanda de alimentos de las
nuevas clases medias, principalmente de los países emergentes
asiáticos, que exigen productos de la ganadería, lo que lleva a un
mayor consumo de granos.
Explicó que los países deben elegir también cómo garantizar los
niveles de consumo internos para impulsar su agricultura, y señaló
que, en el caso de México, "la tortilla (de maíz, alimento básico en
la dieta nacional) lucha contra el etanol".
Sobre la crisis financiera de Estados Unidos, Greenspan afirmó
que lo peor ya pasó, lo que disminuye las posibilidades de que se
produzca una recesión severa, aunque aclaró que aún no se sabe
cuanto terminará esta situación.
"Creo que lo peor de la crisis ya pasó o está a punto de
terminar", explicó Greenspan, quien estuvo 18 años al frente de la
Fed hasta 2006.
Aseguró que ya se ha registrado una mejoría sustancial en el
sistema financiero estadounidense debido a que los bancos han
logrado reforzar sus reservas de capital, lo que se ha traducido en
la estabilidad en el precio de sus acciones en los mercados.
Pronosticó que la situación en Estados Unidos mejorará una vez
que se estabilicen los precios de las viviendas, lo que podría
ocurrir el próximo año.
Respecto a la propuesta del Gobierno de hacer una reforma
energética en México, señaló que su éxito dependerá de si la
legislación es suficientemente atractiva para que las empresas
inviertan en la exploración en aguas profundas, pero respaldó la
iniciativa, que ha sido fuertemente criticada por la oposición de
izquierda que la tacha de "privatizadora".
En este foro, el ministro de Economía de México, Eduardo Sojo,
presentó las principales medidas adoptadas por las autoridades para
sortear las dificultades de la crisis, entre estas la inversión de
unos 50.000 millones de dólares anuales en infraestructura.
Asimismo, destacó que el Gobierno se propone llegar al 2012 con
un crecimiento económico del 5,2%.