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“Un hombre peligroso”: La desordenada política de las nominaciones a la presidencia de la Fed

La decisión de Biden de volver a nombrar a Powell para dirigir el banco central de EEUU se produce tras años de controversia en el cargo.

Por: Financial Times | Publicado: Viernes 12 de noviembre de 2021 a las 13:24 hrs.
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Jerome Powell, presidente de la Fed
Jerome Powell, presidente de la Fed

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James Politi and Colby Smith

Joe Biden está listo para decidir si reelegir a Jay Powell para un segundo mandato como presidente de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) –o reemplazarlo– después de semanas de incertidumbre dentro de su propio Partido Demócrata.

El presidente de EEUU va con el tiempo justo: con el mandato de Powell como cabeza del banco central del país que finaliza en febrero y el candidato electo de Biden que aún debe ser confirmado por el Senado, los inversionistas se están poniendo nerviosos.

Este año el proceso ha sido particularmente tenso, en medio de presiones espirales inflacionarias y un escándalo comercial que ha golpeado la reputación de la Fed desde septiembre.

Algunos demócratas están presionando para retener al experimentado Powell, mientras que otros, como la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren –quien lo ha calificado de "hombre peligroso" por su posición de laissez-faire en la regulación financiera– están presionando para un cambio. La gobernadora de la Fed, Lael Brainard, se ha convertido en la principal alternativa.

Si bien el drama de este año ha sido inusual, la selección de un presidente de la Fed rara vez es indiscutible. El presidente tiene que preservar la independencia de la Fed mientras encuentra un jefe de banco central económicamente afín, y también sopesar cuidadosamente el impacto al mercado financiero y la viabilidad política de su elección.

“Una lección de la historia es que estas decisiones de nombramiento... no se hacen en abstracto”, dijo Sarah Binder, profesora de ciencias políticas en la Universidad George Washington. "La elección no se trata únicamente de si el presidente favorece las creencias económicas de un candidato sobre el otro".

Históricamente, los presidentes de EEUU han elegido la continuidad sobre el cambio, pero no siempre, y a menudo hay algunas tensiones en el camino. Esto es lo que tuvieron que enfrentar algunos de los predecesores de Biden en el Despacho Oval.

Jimmy Carter

Cuando Jimmy Carter ingresó al Despacho Oval en 1977, Arthur Burns era presidente de la Fed y enfrentaba crecientes críticas por su manejo de la inflación desde su primer nombramiento, por Richard Nixon. Al año siguiente,Carter eligió a William Miller para que se hiciera cargo de la dirección de la Fed, pero la medida fracasó espectacularmente. Miller no pudo controlar la inflación y se enfrentó al Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés).

En 1979, Carter se vio obligado a hacer una monumental corrección de rumbo a favor de Paul Volcker, un luchador más apasionado contra la inflación, para asumir el cargo de director del banco central y nombrar a Miller como su secretario del Tesoro.

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Ronald Reagan 

En el verano de 1983, Ronald Reagan estaba bajo una fuerte presión para reemplazar a Volcker al mando de la Fed. El secretario del Tesoro de Reagan, Don Regan, quería que el presidente eligiera a su "propio hombre" para el puesto (Volcker era demócrata), mientras que legisladores republicanos, como Jack Kemp, estaban presionando por un candidato más apasionado del libre mercado.

“Reagan tenía muchas, muchas razones para elegir una nueva persona”, dijo Kaleb Nygaard, investigador asociado senior del Program on Financial Stability de la Universidad de Yale.

Sin embargo, con solo seis semanas para que finalizara el mandato de Volcker, el presidente comenzó su discurso semanal por radio de los sábados con lo que describió como un "flash de noticias", anunciando que había ofrecido al presidente de la Fed un segundo mandato.

"Él está tan dedicado como yo a continuar la lucha contra la inflación", dijo Reagan. Cuatro años después, Reagan decidió realizar su propia elección para la presidencia de la Fed, marcando el comienzo de la era de Alan Greenspan, que duraría hasta 2006.

George HW Bush

En 1991, George HW Bush hizo uno de los nombramientos de presidente de la Fed menos controvertidos, eligiendo a Greenspan para un segundo mandato. Incluso Milton Friedman, el crítico de la Fed y economista ganador del Premio Nobel, aprobó a regañadientes: “Mientras (la Fed) exista, Alan es la mejor persona que pueda existir”, informó The New York Times en ese momento.

Sin embargo, Bush terminó disgustado con Greenspan, hasta el punto de culpar a la Fed de una política excesivamente estricta, desencadenando la recesión que contribuyó a su derrota electoral ante Bill Clinton, en 1992.

Bill Clinton

Clinton no se enfrentó a una elección sobre la presidencia de la Fed hasta el final de su primer mandato, cuando decidió seleccionar a Greenspan para su tercer mandato en el cargo durante su campaña de reelección de 1996. Algunos demócratas se opusieron firmemente a la decisión, incluido el senador de Iowa, Tom Harkin, quien afirmó que bajo Greenspan, "el crecimiento del empleo y el nivel de vida de los estadounidenses promedio se han sacrificado en la búsqueda ciega del control de la inflación".

Pero Clinton estaba perfectamente contento con el desempeño de Greenspan y siguió siéndolo hasta el final de su presidencia. Cuando Clinton eligió a Greenspan para su cuarto mandato, en el año 2000, elogió una “rara combinación de experiencia técnica, análisis sofisticado y sentido común a la antigua”.

George W. Bush

George W. Bush asumió el cargo en 2001 con Alan Greenspan en su cuarto mandato como presidente de la Fed. Greenspan se había ganado el cariño de la Casa Blanca de Bush al dar un respaldo cauteloso a sus amplios recortes de impuestos –una política que luego denunciaría como errónea– y el joven Bush lo eligió para un quinto mandato en 2004.

Al año siguiente, Bush enfrentó la difícil decisión de seleccionar al sucesor de Greenspan y terminó eligiendo a Ben Bernanke, un gobernador en funciones de la Fed, a pesar de que algunos republicanos apoyaron al economista de Stanford, John Taylor. "Ben reemplazará a una leyenda", dijo Bush.

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Barack Obama

Cuando Barack Obama asumió el cargo en medio de la crisis financiera, no tuvo más remedio que reelegir a Bernanke para un segundo mandato, dada la fragilidad de los mercados y el sistema bancario mientras intentaba salir de la gran recesión.

Lo hizo en agosto de 2009, mucho antes del final del mandato de Bernanke. Sin embargo, las tensiones estallaron cuatro años después, cuando Obama consideró nombrar al exsecretario del Tesoro, Larry Summers, como presidente de la Fed, pero los demócratas progresistas, incluido Warren, reaccionaron de forma negativa contra la idea.

Al final, Obama eligió a Janet Yellen, una profesora de la Universidad de California que se desempeñaba como vicepresidenta del banco central, para convertirse en la primera mujer en ocupar el puesto más alto.

Donald Trump

En noviembre de 2017, Donald Trump decidió nominar a Powell para ser presidente, un republicano y gobernador de la Fed en ese entonces, rompiendo una tradición que había perdurado desde Carter – que nuevos presidentes volvieran a nombrar al jefe del banco central en función.

Trump entrevistó a Yellen para renovar su cargo y quedó impresionado por sus cualidades. “Realmente me gusta mucho”, le dijo al canal Fox Business. Pero el presidente finalmente decidió hacer un cambio: según The Washington Post, la altura de Yellen podría haber sido un factor.

Trump luego se arrepintió de su elección y eventualmente atacaría públicamente al jefe del banco central por sus políticas. "Mi única pregunta es: ¿Quién es nuestro mayor enemigo, Jay Powell o el presidente Xi?" Trump tuiteó en agosto de 2019, refiriéndose al presidente chino, Xi Jinping.

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