Por Richard Milne
en Londres
El tiempo se está acabando para completar un acuerdo de canje de bonos con los acreedores de deuda griega, pero los involucrados dicen que aún hay un margen de flexibilidad de ser necesario.
Un gran vencimiento de deuda de cerca de 14.500 millones de euros el 20 de marzo está concentrando la atención no sólo porque Atenas necesita el dinero para pagar a los acreedores, sino que también porque si ese bono es excluido, la aritmética de la sustentabilidad de la deuda griega parece imposible de ser resuelta.
Grecia había planeado terminar, como máximo el lunes, el acuerdo con los acreedores privados, que tienen cerca de 200.000 millones de euros en deuda griega y tendrían pérdidas de cerca de 70% bajo el canje. Una oferta para ellos se abriría entonces por cerca de tres semanas, dijeron personas cercanas a las negociaciones. El acuerdo, entonces, ocurre generalmente después de tres días, lo que significa que ese proceso podría concluir cerca del 8 de marzo. “Es ajustado. Es una transacción compleja. En muchos, muchos casos los inversionistas van a necesitar la aprobación del directorio”, dijo una de las personas cercanas a los tenedores de bonos europeos.
Margen de flexibilidad
El margen de flexibilidad podría darse al permitir sólo dos semanas para la oferta, lo que significa que podría abrirse el 20 de febrero o incluso más tarde, mientras el acuerdo podría ocurrir más cerca del vencimiento del 20 de marzo si es necesario.
Pero las personas involucradas en las negociaciones advirtieron sobre asumir que el proceso sería necesariamente pan comido. Ellos compararon las actuales negociaciones, que empezaron en octubre, con las negociaciones iniciales de julio. Los consejeros de Grecia enviaron cuestionarios a inversionistas el verano boreal pasado e hicieron roadshows para presentar el concepto de un canje de deuda.
A estas alturas, dicen los cercanos a los acreedores, muchos inversionistas han puesto menos atención a las conversaciones, en particular porque se han demorado mucho. “Parece raro, pero muchos de los inversionistas se han olvidado de esto. Ahora se vendrá encima de ellos y tendrán que decidir en un abrir y cerrar de ojos. Por lo que aún hay muchas posibilidades para los inversionistas de estar descontentos por esto”, señaló una persona cercana a los acreedores.
Grecia también necesita promulgar una ley que permita retroactivamente introducir las cláusulas de acción colectivas (CAC) a los actuales bonos. Las CAC permitirían que Atenas imponga la voluntad de una supermayoría de inversionistas, normalmente dos tercios o tres cuartos, a los que no participaron. Sólo al tener una participación completa, Grecia puede llegar cerca de los números de sustentabilidad de deuda pedidos por los prestamistas internacionales.
Aún se mantienen muchas preguntas sin responder. Una de las mayores es que sucederá si la participación cae por debajo del nivel que se necesita para gatillar las CAC. Todo el paquete de rescate griego estaría en duda.