Por Peter Spiegel en Bruselas y Giulia Segreti en Roma
Varios partidos populistas europeos están intentando usar la incertidumbre post cumbre UE para impulsar la oposición hacia los líderes nacionales, complicando el esfuerzo de la UE por resolver la crisis de la eurozona.
La tendencia tuvo su ejemplo más notorio en Italia ayer, cuando los senadores anti-UE de la Liga del Norte interrumpieron y se burlaron a Mario Monti, el primer ministro tecnocrático, mientras presentaba su programa de austeridad.
Los senadores de la Liga del Norte, quienes agitaron carteles que hacían un llamado para cambiar la reforma de pensiones de Monti y pedían impuestos más bajos, obligaron a suspender brevemente la sesión mientras los parlamentarios restauraban el orden.
El arrebato de la Liga del Norte ocurre mientras líderes populistas en Finlandia, Hungría y Holanda también renovaron ataques a los autoridades de gobierno. Muchos denunciaron un tratado intergubernamental propuesto en la cumbre, el que limitaría el gasto en los países firmantes.
Timo Soini, el líder de True Finns, empujó al gobierno de centro derecha de Jyrki Katainen, a un voto de confianza, transformándose en el primer país en vincular formalmente la credibilidad del gobierno al tratado.
“Finlandia no debe participar en estos mecanismos. Ellos particularmente agobian a Finlandia porque nos hacen responsable por los errores de los otros”, dijo Soini.
Similares críticas se esperan para hoy en Holanda, cuando Jan Kees de Jager, ministro de Finanzas, las conclusiones de la cumbre al comité de Finanzas del parlamento, en el que Teun van Dijck, un vocero del partido de extrema izquierda Libertad (PVV) de Geert Wilders, el populista anti-musulmán. Desde la cumbre, el PVV ha asumido un tono triunfalista, diciendo que los eventos prueban el derecho del partido de pedir que Grecia salga del euro.
Ticket para el Titanic
El partido nacionalista húngaro Jobbik, que utilizó un debate parlamentario esta semana para denunciar el tratado intergubermental como “un pasaje en un barco que se hunde”, vio su apoyo alcanzar un máximo histórico de 24% entre los probables votantes en una encuesta aplicada por Ipsos. El apoyo puso a Jobbik en un empate con la oposición socialista de centro derecha. Ipsos dijo que gran parte del salto fue a expensas del partido gobernante Fidesz.
Los populistas de derecha plantean la mayor amenaza para Italia. Los mercados están mirando de cerca a Monti en caso de que sea capaz de aprobar su presupuesto en el parlamento.
Las reformas de las pensiones han sido detestables para la Liga del Norte, que siempre impidió a la coalición de Berlusconi elevar las edades de jubilación.
Umberto Bossi, líder del partido, dijo que el paquete de austeridad del gobierno es “inútil” ya que “no crea trabajos”. Bossi, cuyo partido defiende la separación del norte del resto de Italia, dijo: “Podríamos unirnos a otra moneda en un escenario de dos velocidades... con Alemania por ejemplo”.