El gobierno tecnócrata de Italia ha finalizado una serie de medidas que intentan liberalizar una economía que se dirige hacia una profunda recesión, frente a crecientes protestas a través del país.
“La economía de Italia ha crecido lentamente durante décadas por tres limitantes: competencia insuficiente; una infraestructura inadecuada; y complicados procedimientos administrativos”, dijo Mario Monti, primer ministro, mientras delineaba las medidas acordadas.
Los taxistas, que protestaron toda la semana a lo largo de Italia contra la apertura forzada de su profesión a la competencia, bloquearon las calles en el centro de Roma con las noticias de que el gabinete había aprobado el decreto. En Sicilia, el combustible se está quedando corto debido a las barricadas establecidas por camioneros y trabajadores agrícolas enojados por los altos precios del petróleo.
Farmacéuticos, operadores de estaciones de combustible y abogados, también planean irse a huelga, con poderosas asociaciones resistiéndose a abrir sus profesiones y abolir las tarifas mínimas.
“La mitad de Italia está lista para declarar la guerra al gobierno”, era el titular de Il Giornale, un diario propiedad de la familia de Silvio Berlusconi, el ex primer ministro que renunció en noviembre pero que aún mantiene la llave del apoyo parlamentario para los tecnócratas no elegidos de Monti.
El decreto toma efecto una vez firmado por el jefe de estado, pero necesita la aprobación del parlamento dentro de dos meses para permanecer vigente. Notando que muchos miembros del Parlamento son los abogados y notarios identificados por las reformas, los analistas esperan que la legislación se diluya por grupos de intereses especiales.
El paquete también apunta a los mercados de gas y electricidad, el sector de seguros y los servicios públicos locales. Se establecerá una corte para acelerar los casos empresariales para intentar atraer la inversión extranjera. Un proceso para asignar las frecuencias de televisión digital, ampliamente criticado porque favorece a la compañía Mediaset de Berlusconi, será revisado.
A pesar de las acciones de huelga, las encuestas muestran amplio respaldo público para Monti quien, conducido por su pasada experiencia como comisionado de competencia en la Unión Europea, parece listo para manejar la tormenta. Él dijo a FT la semana pasada que estaba más preocupado sobre Europa resolviendo la crisis de deuda de la eurozona que de las protestas internas.
El paquete de liberalización es la segunda pieza de legislación más importante de Monti después de la ley de austeridad de 30.000 millones de euros del mes pasado. Reformar el mercado laboral es lo siguiente.