Por Quentin Peel en Berlín y Joshua Chaffin en Bruselas
Los estados miembros de la eurozona se han puesto a sí mismos en un “curso irreversible hacia la unión fiscal” para apuntalar su moneda común, incluso si toma varios años alcanzar esa meta, le dijo ayer la canciller alemana, Angela Merkel, a su parlamento.
En una acérrima defensa de los resultados de la cumbre de la Unión Europea de la semana pasada, Merkel dijo “no sólo estamos hablando de una unión fiscal y de estabilidad. Hemos comenzado a crear una”.
Mientras expresó un “gran pesar” por el veto británico a hacer grandes cambios a los tratados, Merkel insistió en que la alternativa de un nuevo tratado para “al menos” los 17 miembros de la eurozona sería un gran paso hacia una solución integral para la crisis de deuda de la eurozona.
Pero mientras Merkel hablaba, aumentaban las dudas sobre el plan franco-alemán para el tratado intergubernamental en varios estados. Las acciones europeas cayeron porque los inversionistas siguieron cuestionando la viabilidad del paquete de la cumbre.
Italia pagó 6,47% por bonos a cinco años en una subasta, otro récord desde el euro, y la moneda europea cayó por debajo de la marca de
US$ 1,30 ayer en la mañana.
El discurso de Merkel al Bundestag llegó justo cuando surgían los problemas en su propio gobierno, con la renuncia de la figura líder del partido Democracia Libre, un socio minoritario en su coalición.
Christian Lindner, secretario general del partido, anunció su impactante decisión después de fuertes recriminaciones por la realización de un referéndum intrapartido sobre Europa.
El voto lo motivaron euro escépticos que quería que el partido tomara una línea más dura en oponerse a los rescates de miembros de la eurozona. La positiva interpretación de Merkel de la cumbre fue cuestionada drásticamente por el partido de los Social-Demócratas y Verdes en el Bundestag. Ellos dijeron que fue una solución de segunda que no logró estabilizar al euro y restaurar la confianza en los mercados financieros.
“No hay un avance importante para Europa”, dijo el líder del Partido Socialdemócrata de Alemania, Frank-Walter Steinmeier.
En una declaración sobria al Bundestag sobre los resultados de la cumbre, la canciller advirtió que no se demorarían “semanas ni meses, sino años” en curar las causas de la crisis de deuda. No habrá una sola gran medida de rescate que pueda resolver sus problemas.
Ella subrayó la “solidaridad” en el acuerdo de la cumbre, con pactos para acelerar la introducción de un fondo de rescate permanente de 500.000 millones de euros y que los bancos centrales europeos paguen unos 200.000 millones adicionales al FMI para aumentar sus recursos frente a la crisis financiera.
Oficiales de la Unión Europea utilizarán una cumbre con Rusia hoy para tratar de obtener un compromiso de Moscú para darle más dinero al FMI.
Se esperaba que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y su contraparte en la Comisión Europea, José Manuel Barroso, interrogaran a Dmitry Medvedev, el presidente ruso, anoche en una cena antes de la cumbre en Bruselas.
Varios oficiales relacionados con las discusiones mantuvieron la esperanza de contribuciones por 10.000 millones de euros.
Vladimir Chizov, el embajador de Rusia para la Unión Europea, le dijo a Financial Times en una entrevista, que el banco central ruso había retenido 40% de sus reservas en euros y consideraba al bloque como su mayor socio comercial. “En Rusia no hemos perdido la esperanza en el euro”, dijo.