Por James Blitz en Londres y Najmeh Bozorgmehr y Teherán
La amenaza de Irán de cerrar el tráfico internacional en el Estrecho de Ormuz si EEUU y la Unión Europea imponen sanciones contra Teherán, ha sido desestimada por diplomáticos de Occidente, que argumentan que tal iniciativa perjudicaría aún más la ya atribulada economía iraní.
Sin embargo, la fuerte retórica de Irán también indica lo tensas que las relaciones diplomáticas entre Irán y occidente podrían ponerse en las próximas semanas, ya que EEUU y la Unión Europea avanzan para imponer sanciones que por primera vez afectarían al sector petrolero del país.
Esta semana, Mohammad Reza Rahimi, el vicepresidente iraní, advirtió que el país no permitiría que “ni una gota de petróleo” fluya por el estrecho si occidente impone sanciones petroleras a Teherán.
Sus comentarios causaron que el precio del crudo se elevara brevemente entre preocupaciones de que el cierre del paso estrangularía a la economía global. Un sexto de la producción mundial de crudo pasa por este cuello de El Golfo.
En Londres, diplomáticos han desechado los comentarios del vicepresidente iraní. Otros diplomáticos de occidente también tomaron en consideración que una iniciativa para cerrar el Estrecho de Ormuz crearía tensiones internacionales.
En Washington, el presidente de EEUU, Barack Obama, está preparándose para firmar una legislación que penalice a las firmas extranjeras que hagan negocios con el banco central de Irán y podrían reducir el ingreso del petróleo de Irán.
La Unión Europea, en tanto, prohibirá todas las importaciones desde Irán a sus 28 estados miembros.
Las sanciones llegan junto con un reporte condenatorio sobre el programa nuclear iraní que fue publicado el mes pasado por la Agencia Internacional de Energía, el supervisor nuclear.
Este sugirió que Irán buscó en el pasado utilizar su programa nuclear para fabricar armas atómicas.
Irán es uno de los mayores exportadores de crudo del mundo y, a medida que siguen adelante presionando con sus sanciones, EEUU y la Unión Europea querrán asegurarse de que sus acciones no gatillen un incremento en los precios del petróleo.