Explosiva decisión judicial humilla a Boris Johnson y pone en jaque su plan para el Brexit
El premier tiene dos opciones: llegar a un acuerdo en Bruselas en octubre o buscar una extensión del proceso, algo que ha prometido no hacer.
- T+
- T-
Nueva York
Cuando Boris Johnson entró en su improvisada sala de guerra en el hotel Westin Grand Central en Nueva York, poco después de las 5:30 de la mañana de ayer, su cansado equipo lo estaba esperando. “Es una crisis constitucional”, dijo un asistente, que aún sigue digiriendo la explosiva intervención del Tribunal Supremo en la política británica.
La devastadora sentencia dejó al primer ministro británico acusado de pedir a la Reina que actuara ilegalmente en su nombre para suspender el Parlamento por cinco semanas, dejando a los legisladores incapaces de hacer su trabajo en el escrutinio del Brexit. Iba a ser un día largo.
El equipo de Johnson armó un “spiderphone” para conectarse con Londres, donde Geoffrey Cox, el fiscal general, y Robert Buckland, secretario de Justicia, ya habían rastreado el fallo, buscando grietas de luz en el sombrío texto. Pero no había ninguno.
Reacción en Downing Street
La estrategia política del premier para realizar el Brexit está desordenada, desarmada por el Parlamento y ahora por los tribunales. Humillado y a 5.632 kilómetros de su país -por su asistencia a la Asamblea General de Naciones Unidas- el equipo de Johnson comenzó a trabajar en qué hacer a continuación.
La primera decisión fue que Johnson no dimitiría, a pesar del revés y de la implicancia de haber mal informado a la monarca en cuanto a sus verdaderos motivos para prorrogar el Parlamento.
Los aliados del primer ministro se negaron a decir si Johnson había ofrecido una disculpa a la Reina, pero dijeron que se habían producido “conversaciones apropiadas”.
La segunda decisión urgente fue la logística. Johnson debía regresar a Londres hoy por la noche, pero John Bercow, el presidente de la Cámara de los Comunes, dijo que los parlamentarios se reunirían de nuevo a las 11:30 de la mañana.
Así que el plan de viaje fue destrozado. Johnson voló de regreso a Londres anoche, para llegar al aeropuerto de Heathrow apenas media hora antes de que se retomen las sesiones.
El equipo del primer ministro, normalmente optimista en su voluntad de desafiar el acuerdo para desarrollar el Brexit, acordó que no había otra opción que aceptar el fallo, a pesar de la afirmación de Johnson de que “no estaba de acuerdo” con él.
Sin embargo, dijo: “Obviamente este es un veredicto que respetaremos y respetaremos el proceso judicial”.
La estrategia de “hacer o morir” de Johnson para salir de la Unión Europea el 31 de octubre, sin un acuerdo si es necesario, está ahora en ruinas. El cerebro de este enfoque abrasivo, el principal asesor de Johnson y exjefe de la campaña Vote Leave, Dominic Cummings, está siendo señalado por algunos diputados conservadores por el desastre.
El impacto inmediato de la sentencia es que cualquier idea que Cummings pudiera haber tenido sobre otra prórroga para forzar una salida sin acuerdo mientras los diputados estaban suspendidos, ahora parece fantasioso. Rápidamente acabaría en los tribunales de nuevo.
La elección que tiene ahora el primer ministro es entre llegar a un acuerdo en Bruselas del 17 al 18 de octubre o buscar una extensión del proceso de salida del Artículo 50, algo que ha prometido no hacer.