Por Ralph Atkins en Frankfurt
Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), ha arriesgado una reacción violenta de Alemania al traspasar el poderoso portafolio económico del banco a una autoridad que no es alemana por primera vez en trece años, como parte de una reorganización dentro del guardián monetario de la eurozona.
Peter Praet, un belga que se unió al directorio del BCE en junio, encabezará la división de Economía, la que prepara recomendaciones sobre las decisiones de las tasas de interés, anunció ayer el banco. Praet reemplazará a Jürgen Stark, quien renunció al cargo en diciembre.
El Ministerio de Finanzas de Alemania había apostado por Jörg Asmussen, una de sus destacadas autoridades -quien sucedió a Stark- para tomar el cargo en el BCE. Pero en vez de eso, Asmussen pidió estar a cargo de las relaciones internacionales, un papel que calzaba mejor con su experiencia y el cual Draghi había expandido para incluir la asistencia a reuniones de los líderes de la eurozona y ministros de finanzas.
“Esto será interpretado como un tipo de derrota por la posición alemana y un mayor fortalecimiento de, digamos, la coalición franco-italiana en el BCE”, dijo Martin Lück, economista en USB. “No está totalmente justificado, pero será interpretado de esta manera por el público alemán”.
Quiebre entre bancos
La designación de Praet marca un mayor quiebre entre el BCE y el Bundesbank, que fue el modelo para su creación. En el lanzamiento del euro en 1999, el portafolio económico estaba a cargo de Otmar Issing, apodado informalmente como el “economista jefe” del BCE, quien, como Stark, representó el pensamiento de la escuela conservadora de Economía de Alemania, la que resalta la importancia de los indicadores de oferta de dinero como una señal de alerta sobre la inflación.
Sin embargo, la reorganización de ayer fue cuidadosamente equilibrada. Praet, un ex profesor de economía, nació en Alemania, habla alemán y ha estado entre las autoridades del BCE que ha favorecido una mayor presión a los gobiernos para resolver el problema de la crisis. También ha ganado el respeto de Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank, según personas relacionadas a las deliberaciones del BCE.