Internacional
Expansión de India abre nuevas oportunidades a productos chilenos
Es el décimo mercado de destino para las exportaciones de nuestro país. Lo malo es que más del 90% es concentrado de cobre.
Por: | Publicado: Lunes 22 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Marcela Corvalán M.
Enviada especial a India
A cuatro años de la entrada en vigencia de un acuerdo comercial parcial, la evaluación del intercambio entre Chile e India es positiva. La expansión y demografía del país asiático abren nuevas oportunidades para los productos chilenos, pero la negociación de un tratado de libre comercio pleno está tomando más tiempo del deseado para las autoridades chilenas. Néstor Riveros, director comercial de ProChile en Nueva Delhi, tiene una visión optimista. A su juicio, las perspectivas futuras de negocio son positivas. “Considerando que India está creciendo a tasas cercanas al 9% anual, que lidera la recuperación económica junto a China, que posee una clase consumidora estimada en 300 millones (similar a quienes viven bajo la línea de la extrema pobreza) en un total de 1.200 millones de habitantes y a la cual en la próxima década se incorporarán 36 millones de consumidores anualmente, es por tanto un mercado de gran potencial para Chile”.
En 2010, India se convirtió en el décimo mercado de destino para las exportaciones chilenas, con una participación del 2,3% y un incremento de 72,7% respecto del año anterior. Lo no tan bueno es que más del 90% de los envíos chilenos a India son concentrados de cobre. Según una evaluación difundida la semana pasada por la Dirección de Relaciones Económicas de la cancillería chilena, hubo un aumento significativo de los envíos no cobre al mercado indio en los últimos dos años, con crecimientos promedios anuales equivalentes a 74% para la celulosa, papel y otros, y 58% para los productos químicos. La mayor demanda interna en Chile se tradujo en un repunte en las importaciones desde India y en 2010 las compras desde India totalizaron US$ 417 millones, con una expansión anual equivalente al 38%.
Riveros recuerda que se espera que India se convierta en la tercera economía mundial en el mediano plazo, y que necesitará materias primas para sus exportaciones como cobre, hierro, molibdeno, madera para construcción y embalaje, “además de harina de pescado para su acuicultivo de camarones de exportación, celulosa y papel para impresos, embalaje, así como tableros para construcción, muebles, equipos mineros, vinos y alimentos para la clase consumidora emergente”. Además, prevé una gran demanda de alimentos del tipo occidental, ya que la generación joven es más abierta a cambios en hábitos de consumo y tradiciones.
En este contexto, explica, “la perspectiva de ampliar la lista de productos con franquicias preferenciales, hoy en negociación, permitirá un acceso más atractivo para productos de mayor valor agregado no tradicionales, más aun en nuestra perspectiva de ser una potencia alimentaria top 10 en la próxima década”.
El diplomático sabe que el camino no está despejado. Hay aspectos que mejorar, como “el otorgamiento de visas para empresarios preferenciales en ambos sentidos y por cierto el lograr una mayor apertura de mercado a los productos y servicios de la oferta chilena, en base a la negociación de un acuerdo tendiente a un TLC”.
Enviada especial a India
A cuatro años de la entrada en vigencia de un acuerdo comercial parcial, la evaluación del intercambio entre Chile e India es positiva. La expansión y demografía del país asiático abren nuevas oportunidades para los productos chilenos, pero la negociación de un tratado de libre comercio pleno está tomando más tiempo del deseado para las autoridades chilenas. Néstor Riveros, director comercial de ProChile en Nueva Delhi, tiene una visión optimista. A su juicio, las perspectivas futuras de negocio son positivas. “Considerando que India está creciendo a tasas cercanas al 9% anual, que lidera la recuperación económica junto a China, que posee una clase consumidora estimada en 300 millones (similar a quienes viven bajo la línea de la extrema pobreza) en un total de 1.200 millones de habitantes y a la cual en la próxima década se incorporarán 36 millones de consumidores anualmente, es por tanto un mercado de gran potencial para Chile”.
En 2010, India se convirtió en el décimo mercado de destino para las exportaciones chilenas, con una participación del 2,3% y un incremento de 72,7% respecto del año anterior. Lo no tan bueno es que más del 90% de los envíos chilenos a India son concentrados de cobre. Según una evaluación difundida la semana pasada por la Dirección de Relaciones Económicas de la cancillería chilena, hubo un aumento significativo de los envíos no cobre al mercado indio en los últimos dos años, con crecimientos promedios anuales equivalentes a 74% para la celulosa, papel y otros, y 58% para los productos químicos. La mayor demanda interna en Chile se tradujo en un repunte en las importaciones desde India y en 2010 las compras desde India totalizaron US$ 417 millones, con una expansión anual equivalente al 38%.
Riveros recuerda que se espera que India se convierta en la tercera economía mundial en el mediano plazo, y que necesitará materias primas para sus exportaciones como cobre, hierro, molibdeno, madera para construcción y embalaje, “además de harina de pescado para su acuicultivo de camarones de exportación, celulosa y papel para impresos, embalaje, así como tableros para construcción, muebles, equipos mineros, vinos y alimentos para la clase consumidora emergente”. Además, prevé una gran demanda de alimentos del tipo occidental, ya que la generación joven es más abierta a cambios en hábitos de consumo y tradiciones.
En este contexto, explica, “la perspectiva de ampliar la lista de productos con franquicias preferenciales, hoy en negociación, permitirá un acceso más atractivo para productos de mayor valor agregado no tradicionales, más aun en nuestra perspectiva de ser una potencia alimentaria top 10 en la próxima década”.
El diplomático sabe que el camino no está despejado. Hay aspectos que mejorar, como “el otorgamiento de visas para empresarios preferenciales en ambos sentidos y por cierto el lograr una mayor apertura de mercado a los productos y servicios de la oferta chilena, en base a la negociación de un acuerdo tendiente a un TLC”.