El sólido informe del PIB chino muestra que la vivienda sigue siendo un gran problema
La mayor sorpresa al alza de los datos del miércoles provino de las ventas minoristas. Las cifras mostraron una recuperación del gasto en todo tipo de productos, desde restaurantes y alcohol hasta automóviles.
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Los últimos datos económicos de China sitúan el objetivo de crecimiento del Gobierno en torno al 5% muy al alcance y reducen la probabilidad de que haya que aplicar más estímulos antes de finales de 2023. Pero la actual crisis inmobiliaria sigue siendo un serio lastre que empaña las perspectivas para el próximo año.
Aunque las cifras del Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre, publicadas el miércoles, superaron las expectativas gracias al fuerte gasto de los consumidores, los datos apuntan a meses difíciles por delante para la segunda mayor economía del mundo, ya que los esfuerzos del Gobierno del Presidente Xi Jinping por estabilizar el sector inmobiliario y evitar la deflación han surtido escaso efecto.
Los retos económicos de China se suman a las persistentes tensiones geopolíticas, mientras EEUU endurece las restricciones a la tecnología avanzada y Europa investiga el dominio exportador del país en el sector de los coches eléctricos. Los economistas encuestados por Bloomberg esperan que el crecimiento de China en 2024 se ralentice hasta el 4,5%.
El impulso al crecimiento nacional general derivado del gasto de los consumidores en servicios de venta al por menor se desvanecerá una vez que la comparación con el año 2022, marcado por el bloqueo, quede en el retrovisor. Esto significa que los dirigentes chinos tendrán que plantearse políticas de apoyo para mantener el ritmo de crecimiento hasta bien entrado el próximo año.
"No hay grandes presiones para alcanzar el objetivo de crecimiento de este año, en torno al 5%", afirmó Miao Ouyang, economista especializado en la gran China de BofA Global Research. Aunque ese objetivo, fijado en marzo, había estado en duda a principios de año, el miércoles funcionarios del Gobierno afirmaron que ahora están "muy seguros" de que la economía lo alcanzará.
"Cualquier política de apoyo que se aplique ahora no sólo afectará al crecimiento de este año", dijo Ouyang, añadiendo que una posible relajación a corto plazo influirá en las evaluaciones del crecimiento hasta la primera mitad de 2024.
Impulso del consumo
La mayor sorpresa al alza de los datos del miércoles provino de las ventas minoristas. Las cifras mostraron una recuperación del gasto en todo tipo de productos, desde restaurantes y alcohol hasta automóviles, el mes pasado en comparación con 2022, cuando estaban en vigor las restricciones por coronavirus en todo el país. La tasa de desempleo de China cayó al 5% y las tasas de ahorro de los hogares disminuyeron, lo que sugiere que un mercado laboral más ajustado está haciendo que los consumidores tengan más confianza.
Eso contribuyó a que el PIB creciera un 4,9% de julio a septiembre en comparación con 2022 y un 1,3% en comparación con el trimestre anterior, lo que llevó a los bancos de inversión, desde Citigroup Inc. a Nomura Holdings Inc. a elevar sus previsiones económicas para 2023.
"El crecimiento del PIB de China fue un fuerte golpe", escribieron los economistas de Citi, "quizás representando la confirmación más fuerte del fondo cíclico". Tras los datos, elevaron su previsión de crecimiento para este año del 5% al 5,3%.
Dado que Washington y Beijing ven cada vez más el crecimiento económico en términos competitivos, es probable que el equipo económico de Xi se sienta aliviado por las comparaciones con Estados Unidos. El crecimiento de China en el tercer trimestre equivale a una tasa anualizada del 5,3%, lo que supera la previsión de consenso para el crecimiento anualizado del PIB estadounidense, del 4,1%.
El mundo también debería sentir un impulso si las dos mayores economías superan las expectativas formadas a principios de año. El miércoles, Xi hizo hincapié en la interconexión mundial al inaugurar en Beijing un foro con motivo del décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, el proyecto chino de infraestructuras más importante.
"China sólo puede ir bien cuando el mundo va bien", dijo Xi. "Cuando a China le vaya bien, al mundo le irá aún mejor".