Internacional
Dilma alista plan de privatizaciones y recorte del gasto fiscal en Brasil
En lo que se refiere al avance del real, la presidenta evalúa reducir los impuestos de los productores locales para impulsar las exportaciones.
Por: | Publicado: Martes 4 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Isabel Ramos Jeldres
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó ayer su mandato intentando entregar señales de confianza al mercado, anunciando un plan de recorte del gasto fiscal y recurriendo a los privados para construir la infraestructura que requiere el país.
El gobierno de Rousseff, que asumió el sábado, dejó claro que las prioridades de la agenda económica serán reducir el gasto fiscal, controlar la inflación, contener la apreciación del real y mejorar la infraestructura del país.
De acuerdo a lo informado por el periódico local O Estado de Sao Paulo, Rousseff podría congelar hasta 25 mil millones de reales (US$ 15 mil millones) del presupuesto, en un esfuerzo por cumplir las metas fiscales.
Rousseff podría vetar parte del proyecto de presupuesto, que aún no ha promulgado, para reducir el gasto. Sin embargo, la evaluación de qué programas serán afectados podría extenderse hasta marzo, agregó el periódico.
Brecha de infraestructura
Uno de los mayores desafíos de Dilma será reducir la brecha de infraestructura del país, que se acrecentará con la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
La presidenta recurrirá a empresas privadas para que construyan un nuevo terminal en el principal aeropuerto internacional de Sao Paulo, publicó ayer el periódico local Folha de Sao Paulo. La mandataria se ha reunido con representantes de las aerolíneas locales TAM y GOL para analizar su interés en estas obras.
Sabemos que tenemos un cuello de botella en la infraestructura, especialmente en los aeropuertos, para estos grandes eventos, así es que lo recibimos como una buena noticia, aseguró a DF el estratega de BNP Paribas, Diego Donadio.
Los aeropuertos de Brasil son administrados por la agencia estatal Infraero, la que no ha logrado seguir el ritmo de la creciente demanda de viajes. Actualmente TAM está en proceso de fusionarse con la chilena LAN.
Freno a la inflación
La reducción del gasto fiscal, que se disparó en los meses previos al triunfo de Dilma, permitirá además contener el avance de la inflación, que subió 5,63% anual en noviembre, alejándose de la meta de 4,5% del gobierno.
Ayer, el nuevo presidente del banco central, Alexandre Tombini, reafirmó el compromiso de las autoridades monetarias con la estabilidad de precios y aseguró que el gobierno debería incluso reducir la meta de inflación en el futuro.
Los expertos esperan que Tombini aumente la tasa de interés de referencia en 50 puntos base, a 11,25%, este mes, pero un aumento de la tasa Selic atraería aún mayores flujos de capital, los que pondrían mayor presión sobre el real.
En lo que se refiere al avance de la moneda, la presidenta evalúa reducir los impuestos a los productores locales para impulsar las exportaciones, anunció ayer el ministro de Comercio, Fernando Pimentel.
El superávit comercial se redujo en 20% a US$ 20.300 millones en 2010, desde US$ 25.300 millones en el año anterior, informó el Ministerio de Comercio ayer.
El tipo de cambio flotante se mantendrá, pero no nos quedaremos pasivos e inertes mientras nuestra moneda se fortalece, aseguró Pimentel. Los recortes se aplicarán a las industrias que sean más sensibles al tipo de cambio y a las medidas proteccionistas.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, comenzó ayer su mandato intentando entregar señales de confianza al mercado, anunciando un plan de recorte del gasto fiscal y recurriendo a los privados para construir la infraestructura que requiere el país.
El gobierno de Rousseff, que asumió el sábado, dejó claro que las prioridades de la agenda económica serán reducir el gasto fiscal, controlar la inflación, contener la apreciación del real y mejorar la infraestructura del país.
De acuerdo a lo informado por el periódico local O Estado de Sao Paulo, Rousseff podría congelar hasta 25 mil millones de reales (US$ 15 mil millones) del presupuesto, en un esfuerzo por cumplir las metas fiscales.
Rousseff podría vetar parte del proyecto de presupuesto, que aún no ha promulgado, para reducir el gasto. Sin embargo, la evaluación de qué programas serán afectados podría extenderse hasta marzo, agregó el periódico.
Brecha de infraestructura
Uno de los mayores desafíos de Dilma será reducir la brecha de infraestructura del país, que se acrecentará con la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.
La presidenta recurrirá a empresas privadas para que construyan un nuevo terminal en el principal aeropuerto internacional de Sao Paulo, publicó ayer el periódico local Folha de Sao Paulo. La mandataria se ha reunido con representantes de las aerolíneas locales TAM y GOL para analizar su interés en estas obras.
Sabemos que tenemos un cuello de botella en la infraestructura, especialmente en los aeropuertos, para estos grandes eventos, así es que lo recibimos como una buena noticia, aseguró a DF el estratega de BNP Paribas, Diego Donadio.
Los aeropuertos de Brasil son administrados por la agencia estatal Infraero, la que no ha logrado seguir el ritmo de la creciente demanda de viajes. Actualmente TAM está en proceso de fusionarse con la chilena LAN.
Freno a la inflación
La reducción del gasto fiscal, que se disparó en los meses previos al triunfo de Dilma, permitirá además contener el avance de la inflación, que subió 5,63% anual en noviembre, alejándose de la meta de 4,5% del gobierno.
Ayer, el nuevo presidente del banco central, Alexandre Tombini, reafirmó el compromiso de las autoridades monetarias con la estabilidad de precios y aseguró que el gobierno debería incluso reducir la meta de inflación en el futuro.
Los expertos esperan que Tombini aumente la tasa de interés de referencia en 50 puntos base, a 11,25%, este mes, pero un aumento de la tasa Selic atraería aún mayores flujos de capital, los que pondrían mayor presión sobre el real.
En lo que se refiere al avance de la moneda, la presidenta evalúa reducir los impuestos a los productores locales para impulsar las exportaciones, anunció ayer el ministro de Comercio, Fernando Pimentel.
El superávit comercial se redujo en 20% a US$ 20.300 millones en 2010, desde US$ 25.300 millones en el año anterior, informó el Ministerio de Comercio ayer.
El tipo de cambio flotante se mantendrá, pero no nos quedaremos pasivos e inertes mientras nuestra moneda se fortalece, aseguró Pimentel. Los recortes se aplicarán a las industrias que sean más sensibles al tipo de cambio y a las medidas proteccionistas.