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Compra de Cadbury facilita la división de Kraft Foods en dos negocios separados

La incorporación de la firma británica hace 18 meses le dio una operación de golosinas con la escala necesaria para funcionar de modo independiente.

Por: | Publicado: Viernes 5 de agosto de 2011 a las 05:00 hrs.
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Kraft Foods, la segunda mayor empresa de alimentos del mundo, planea separar sus operaciones de abarrotes en Estados Unidos para enfocarse en la venta de golosinas como las galletas Oreo y los chocolates Cadbury en mercados emergentes.

La filial de abarrotes, con ingresos por unos 
US$ 16.000 millones, incluirá las bebidas, quesos, alimentos preparados y abarrotes, anunció Kraft, que tiene su sede en Illinois. La compañía de golosinas, construida con las unidades europeas y de mercados en desarrollo, más el negocio de confitería estadounidense, tendrá ventas por US$ 32.000 millones.

La división ayudará a la directora ejecutiva Irene Rosenfeld a impulsar sus productos en mercados emergentes y hacer compras adicionales mientras el negocio de abarrotes, de crecimiento más lento pero con mayores márgenes, se expande en EEUU.

“El negocio global de snacks tiene tremendas oportunidades de crecimiento a medida que la demanda de los consumidores por estos productos crece en todo el mundo”, dijo Rosenfeld, añadiendo que la separación reconocería las “prioridades distintivas” de cada negocio. Agregó que ella y el directorio habían estado considerando la división desde 2007, cuando compró el negocio de galletas de Danone.

Los accionistas dieron una buena recepción al anuncio, con un alza de 4% en el precio de los títulos en las operaciones matutinas. No obstante, la ola de ventas en los mercados pudo más y los papeles cerraron con una caída de 1,52%, en 
US$ 33,78. “Dadas las diferentes prioridades de inversión y trayectorias de crecimiento de los dos negocios, tiene mucho sentido separarlos”, escribió Alexia Howard, analista de Sanford C. Bernstein, en una nota a clientes.



Tendencia


Kraft se suma a la lista de empresas que han elegido separar negocios con características diferentes en un esfuerzo por mejorar sus valorizaciones y mejorar su atractivo para los inversionistas. Empresas en el sector petrolero, la más visible ConocoPhillips el mes pasado, han separado el refino de la exploración y la producción. Sara Lee, Fortune Brands e ITT también anunciaron separaciones en el último año.

La misma Kraft fue creada a través de una oferta pública inicial, a través de la cual la matriz Philip Morris retuvo una participación de 88% en la firma. La separación de la tabacalera, rebautizada Altria, se completó en 2007.

La decisión de dividir operaciones llega dos meses después de que el inversionista accionista Nelson Pelz anunciara que era dueño de una pequeña participación en Kraft. Peltz, que también abogó porque Cadbury separara su filial de gaseosas en 2007, retornó a Kraft cuatro años después diciendo que la empresa debía recomprar acciones y vender algunas marcas.

Warren Buffett, inversionista legendario y principal accionista de Kraft, quien se opuso a la compra de Cadbury, celebró en una declaración a CNBC la decisión de Rosenfeld de dividir la empresa en dos.

No obstante, la empresa precisó que la división podría demorar más de un año y que aspira a capitalizar cada filial de modo consistente con un grado de inversión.



Controversia por medidas 


La decisión de Kraft podría no ser tan bien recibida en otros lugares, ya que llega apenas un año y medio de prevalecer en la compra hostil de Cadbury.

Ayer, un dirigente político británico exigía garantías de las nuevas empresas por el futuro del negocio de chocolates de Cadbury. La firma estadounidense desató molestia cuando cerró una planta en Bristol, Inglaterra, con la pérdida de cientos de empleos, pese a haber prometido que mantendría abiertas las instalaciones en Somerdale.

Además, analistas consultados por Financial Times manifestaron dudas sobre la oportunidad y lógica de la operación, más considerando que Kraft no dio detalles de las perspectivas de crecimiento para las empresas separadas.

Otros se preguntaron si la decisión de separar las compañías terminaría con algunas sinergias y manifestaron aprensiones respecto de la fuerza de ventas de Kraft, que usa la escala en abarrotes y confites en favor de la empresa.

Otra definición que quedó en el aire es el papel futuro de Irene Rosenfeld, ya que no se explicitó si dirigirá alguna de las dos empresas. De hecho, ella declinó contestar a tal pregunta, y respondió en cambio que seguía completamente comprometida con los resultados de 2011 y 2012. “No me voy a ninguna parte”, dijo a Financial Times. “Planeo mantener un rol de liderazgo una vez que cierre la operación”.



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