La Comisión Europea (CE) consideró hoy
que los países "pueden y deben" ayudar a los colectivos más
desfavorecidos ante el alza del petróleo, pero insistió en que la
respuesta comunitaria debe centrarse en impulsar un nuevo modelo
económico con menor dependencia del crudo.
Éste será el mensaje que Bruselas trasladará a los líderes
europeos en la cumbre de la próxima semana, en la que la UE
estudiará la actual crisis derivada de los altos precios de materias
primas como el petróleo y los alimentos.
Ni tarifa mínima, como piden los transportistas españoles, ni
rebajas fiscales, que demandan pescadores y agricultores; para la
Comisión, Europa debe adaptarse al alto precio de los combustibles,
que tendrá continuidad en el tiempo, a tenor de su análisis.
La CE sí está a favor de que los países concedan "ayudas
puntuales" para apoyar a los "más desfavorecidos", siempre que no se
altere la competencia y no se posponga de forma artificial la
adaptación de la economía al encarecimiento del crudo, explicó el
portavoz jefe de la Comisión, Johannes Laitenberger.
En el debate que hoy mantuvieron sobre la cuestión, los
comisarios no delimitaron con claridad quiénes son esos grupos "más
desfavorecidos", pues creen que debe quedar al criterio de los
estados miembros, que tienen "diferentes situaciones".
Laitenberger aseguró en una rueda de prensa que la CE es "muy
sensible a la necesidad de responder al problema real al que se
enfrentan los ciudadanos, algunos sectores concretos y la economía
europea en general".
Sin embargo, cree que los principales elementos de esa respuesta
"ya están sobre la mesa", incluidos en el paquete legislativo sobre
energía y cambio climático cuya aprobación tramitan actualmente los
estados miembros y el Parlamento Europeo.
Por ello, pedirá a los líderes de la Unión que "aceleren" la
puesta en marcha de esta estrategia, en la que se fijan objetivos de
uso de energías renovables y biocombustibles, así como de reducción
de emisiones de CO2 para 2020.
La respuesta de la CE a la crisis parte de la base de que los
precios del crudo se mantendrán altos a largo plazo, por lo que
aboga por un "ajuste estructural", por impulsar la eficiencia
energética y por diversificar las fuentes de suministro.
"Si actuamos con rapidez y determinación podemos limitar la
vulnerabilidad de nuestros ciudadanos y nuestras empresas", aseguró
en un comunicado el presidente de la Comisión, José Manuel Durao
Barroso, quien admitió que el alza del crudo está reduciendo
"fuertemente" el poder adquisitivo de los europeos.
Junto a este enfoque general, cristalizado en el paquete de
energía y clima, Bruselas explicó hoy que tiene intención de revisar
las directivas sobre la fiscalidad de la energía y la "euroviñeta"
-la norma que regula los peajes por el uso de las carreteras- para
impulsar la eficiencia energética.
Además, anunció que en otoño presentará un informe sobre una
posible reducción del IVA de los productos "verdes", para primar la
reducción del consumo.
La CE también quiere analizar el funcionamiento de los mercados
del petróleo, y propondrá antes de fin de año un texto para mejorar
la transparencia en la información sobre las reservas europeas de
crudo.
En este ámbito, el Ejecutivo de la Unión apoyará la organización
de una cumbre mundial sobre los mercados del petróleo en la que
estén presentes los países productores, con el fin de reforzar el
diálogo con ellos.
Respecto a la posibilidad de imponer un nuevo impuesto a las
compañías petroleras con el que compensar a los afectados por los
altos precios, Laitenberger aseguró que la CE no ha analizado esta
propuesta.
En cualquier caso, dejó claro que Bruselas evitará cualquier
medida que pueda desincentivar las inversiones, dada la necesidad de
nuevas infraestructuras.