Los países emergentes atraerán US$ 800.000
millones en capital privado en 2009, por debajo de la
cifra récord de un billón de dólares del 2007 pero que aún supone la
segunda cantidad más alta de la historia, según el Banco Mundial.
El grueso de esos flujos se dirige sólo a unas pocas economías de
gran tamaño, entre las que se encuentran Brasil, Rusia, la India y
China, según el informe "Flujos mundiales de financiación para el
desarrollo" divulgado hoy.
Por lo demás, el BM prevé una disminución del crecimiento del PIB
mundial, que pasará del 3,7% en 2007 al 2,7% en 2008.
Esas mismas previsiones apuntan que el crecimiento de los países
en desarrollo disminuirá del 7,8% en 2007 al 6,5% en 2008.
Uri Dadush, director del Departamento de Comercio Internacional
del BM, señala en un comunicado divulgado por el BM que "el fuerte
crecimiento del mundo en desarrollo ayuda sin duda a contrarrestar
la abrupta desaceleración ocurrida en Estados Unidos.
Dadush recuerda, de todos modos, que las crecientes presiones
inflacionarias mundiales, "especialmente los altos precios de los
alimentos y la energía están perjudicando a grandes segmentos de la
población pobre en todo el mundo".
El análisis del BM apunta que el crecimiento de los países en
desarrollo se ha visto impulsado en parte por el aumento de los
flujos de capitales generado, entre otras cosas, por la mayor
presencia de bancos extranjeros en los países en desarrollo.
"La presencia de bancos extranjeros en los países en desarrollo
amplía el acceso al crédito y a los servicios financieros, lo que
puede impulsar la innovación y la eficiencia en los bancos locales",
indicó Mansoor Dailami, principal autor del informe.
Por lo demás el estudio destaca que las entradas netas de
inversión extranjera directa en los países en desarrollo en conjunto
aumentaron a unos US$ 471.000 millones en 2007, consecuencia
de los fuertes incrementos registrados en Brasil (US$ 16.000 millones) y Rusia (US$ 22.000 millones).
El informe también alerta que los países particularmente activos
en el mercado interbancario internacional como Brasil, China,
Hungría y la India deben preocuparse por la posibilidad de que sus
bancos locales enfrenten dificultades de financiación en el ámbito
internacional si las presiones de liquidez en los mercados
interbancarios siguen en niveles elevados.