De acuerdo a información publicada por el diario español Expansión, los analistas de la agencia advierten de que esta decisión “refleja el aumento del riesgo de impagos para el Grupo (en referencia al conglomerado empresarial portugués propiedad de la familia Espírito Santo) y las significativas pérdidas potenciales” para sus acreedores.
De esta forma, la nota del Espírito Santo Financial Group (una de las filiales del grupo con el mismo nombre y que posee el 20,1 % de los títulos del BES) cae de “Caa2” a “Ca”, una calificación indicada para inversiones “con pocas posibilidades de evitar el incumplimiento”.
Esta rebaja se produce apenas ocho días después de que Moody’s cortara su nota en tres niveles, lo que provocó turbulencias al día siguiente en los mercados tanto portugués como europeo -debido al efecto contagio-.
Del mismo modo, los técnicos de la agencia recuerdan además la “elevada exposición directa” de Espírito Financial Group a empresas del mismo grupo que atraviesan por problemas financieros.
De hecho, el miércoles, Portugal Telecom (PT) informó de que una subsidiaria de este emporio empresarial no le reembolsó los 847 millones de euros en deuda que había invertido el día en que ésta vencía, una señal más de las dificultades por las que atraviesa.
“La continua opacidad en torno a la salud financiera del Grupo Espírito Santo contribuye al aumento de la preocupación sobre el perfil del crédito del Espírito Santo Financial Group”, afirma el documento elaborado por Moody’s.
El Espírito Santo Financial Group es una empresa cotizada en la Bolsa de Lisboa, donde no cotiza desde la semana pasada a petición propia.