Por Belén López Palop
Sorpresa causó el anuncio del ministro de Hacienda indio, Arun Jaitley, de que el nuevo gobierno reducirá el déficit fiscal a 4,1% del PIB en el año a marzo de 2015, respetando una meta impuesta por la anterior administración.
La mayoría de los economistas consideraba que el objetivo era poco realista, y estaba dispuesto a aceptar un ajuste más modesto, pero la promesa de una nueva era de prudencia fiscal y, sobre todo, el tono decidido del jefe de las finanzas públicas, fue celebrado por los expertos.
“Estoy aceptando el reto y voy a intentarlo”, dijo Jaitley tras presentar el primer presupuesto del primer ministro Narendra Modi. El objetivo supone un mínimo en siete años, desde el 4,5% del año anterior.
“Tomo el anuncio del presupuesto como positivo”, dijo a Bloomberg el gestor de fondos de Aberdeen Asset Management, Adrian Lim. “No esperamos soluciones inmediatas, sino un compromiso hacia un desarrollo más saludable, una situación fiscal más firme para los próximos tres a cuatro años”.
Inversión extranjera
Junto con el inesperado “ajuste de cinturón”, el nuevo gobierno cumplió con las expectativas al anunciar una mayor apertura a la inversión extranjera. Jaitley proyectó que los ingresos fiscales subirán a 11,9 billones (millones de millones) de rupias (US$ 198 mil millones), 1,9% más que la previsión del gobierno anterior, impulsados por mayores ventas de activos estatales.
Asimismo, se elevará el monto máximo para la inversión extranjera directa que no requiere autorización especial en los sectores de defensa y seguros. El secretario de Estado anunció además planes para reactivar las zonas económicas especiales, así como la construcción de carreteras, centrales eléctricas a carbón, aeropuertos y puertos.
“Si los inversores extranjeros hacen aritmética presupuestaria, verán que el gobierno está tratando de ser más liberal y orientado hacia el exterior y eso es positivo”, señaló Rupa Rege-Nitsure, economista jefe del Banco de Baroda.
India creció 4,7% en 2013 y el nuevo presupuesto prevé que lo haga 5,9% este ejercicio, pero las autoridades señalaron que la nueva apertura elevará la tasa de expansión a 7%-8% en los próximos tres años.
Revisión de subsidios
Aunque Jaitley no anunció el fin de los onerosos programas de subsidios de alimentos y combustibles, porque eso habría generado una fuerte reacción social, sí hará una “revisión” del plan para hacerlo más específico y focalizado.
La solución de más largo plazo, sin embargo, pasa por mejorar el acceso de los agricultores y la población en general al agua potable, un insumo escaso y vital en un país como India. Para ello, el nuevo gobierno comprometió 131 mil millones de rupias
(US$ 2.200 millones) para limpiar el río Ganges, además de 5 mil millones de rupias para un fondo de estabilización de precios para los productores agrícolas, que sería el inicio de una “Segunda Revolución Verde”.